Avances en torno a la Base Logística, progreso en los barrios periféricos, novedades en el proyecto autonómico de la Ronda Norte… Son sólo algunos de los retos de Córdoba capital en este recién iniciado 2022.
La Base Logística del Ejército de Tierra es un proyecto que llegó a Córdoba hace once meses como la gran esperanza de convertir a la provincia (y a Andalucía) en el gran centro de las operaciones logísticas del Ministerio de Defensa, además de la creación de miles de empleos y las oportunidades económicas que todo ello supone.
Las instituciones implicadas en el macroproyecto desean seguir dando pasos con tal de cumplir objetivos marcados de cara, en el mejor de los casos, a que se vean los primeros movimientos de tierra en el suelo de La Rinconada.
Si se cumplen plazos marcados, abril debe ser el mes en el que Córdoba reciba la primera colección de la Fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, la cual desarrollará su actividad también en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía. Es uno de los acuerdos más trascendentales en materia cultural que se ha logrado.
Aunque para logros, los pendientes en los barrios periféricos de Córdoba. Cerro Muriano, Alcolea, o Villarrubia requieren de atención urgente en mejorar las vías de comunicación o el propio Centro de Salud de Alcolea, zona que necesita un impulso para poder desarrollarse de un modo acorde a la implantación de la Base Logística.
El avance en torno a la ejecución de más kilómetros de cinturón verde, que ya tiene tres kilómetros acondicionados; la finalización de parques en el casco urbano, o las obras en el Casco Histórico son otros retos pendientes. Hay otros recién culminados como la expropiación de Caballerizas Reales al Ministerio de Defensa y otros en torno a los que se espera una aceleración. La Ronda Norte en su tramo autonómico, empezando a la altura del Hipercor y acabando en la glorieta Santa Beatriz; o el recinto ferial.
Todo ello pendientes de una pandemia que en su sexta ola de contagios alcanza registros históricos pero sobre la que afortunadamente y de momento, no hay que lamentar falta de camas en los hospitales.