El Unicaja puso fin este pasado sábado a una de sus peores temporadas de la última década, al acabar duodécimo en la Liga Endesa, con sólo 13 victorias y 21 derrotas, y sin lograr la clasificación para la fase final por el título ni antes para la de la Copa del Rey, además de caer en los cuartos de la Copa de Europa (BCL) ante el Baxi Manresa.
El club malagueño lleva tres campañas por debajo del octavo lugar que da derecho a disputar la fase por el título, en un año en el que hubo cambio de entrenador tras la destitución el pasado 6 de febrero del técnico griego Fotis Katsikaris por los malos resultados.
Le sustituyó el vitoriano Ibon Navarro, quien en su periplo con el conjunto cajista ha conseguido seis victorias y encajado diez derrotas en la Liga Endesa, con un triunfo y cuatro partidos perdidos en la competición europea.
Además, también hubo cambio en la presidencia con la llegada del exárbitro de fútbol Antonio Jesús López Nieto, que fue nombrado por Braulio Medel, presidente de la Fundación Unicaja -dueña del club-, tras la marcha de su antecesor, Eduardo García, después de once años en el cargo.
Ante el fracaso de esta temporada, López Nieto y el director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, que regresó a la entidad once años después de su salida, tendrán que recomponer el equipo para la próxima campaña e hilar muy fino para configurar una plantilla de garantías y que vuelva a ilusionar a una afición hastiada y muy enfadada por el devenir del club en toda su estructura.
El hartazgo de la afición malagueña se ha reflejado en la floja asistencia de espectadores en casi todos los partidos disputados en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de la capital de la Costa del Sol.
Falta por conocer si el técnico Ibon Navarro va a continuar al frente del equipo cajista, aunque hace unos días dejó entrever que desde este lunes se reunirá con los rectores del club para ir perfilando la composición de la plantilla y su futuro.
En la actualidad solo hay cuatro jugadores con contrato, el base Alberto Díaz, el escolta Darío Brizuela, el alero Jonathan Barreiro y el pívot congoleño Yannick Nzosa, mientras que el resto terminan su vinculación y en algunos casos cuentan con reducidas cláusulas de indemnización que el club podría asumir para que causen baja.
Los jugadores que terminan su contrato con el Unicaja son los bases Jaime Fernández y el estadounidense Mat Mooney; el escolta Francis Alonso; el alero francés Axel Bouteille; los ala-pívots Carlos Suárez y el estadounidense Tim Abromaitis; y los pívots Rubén Guerrero, el bosnio Dejan Kravic y el estadounidense Cameron Oliver.
Con algunos de estos jugadores, el club podría negociar su continuidad, aunque todo dependerá de las exigencias del entrenador y de los recambios que puedan llegar, ya que la plantilla será prácticamente nueva para volver a relanzar a un club que se encuentra en una delicada situación, a pesar de ser el quinto presupuesto de la ACB con casi 10 millones de euros.
Málaga
El Unicaja toca fondo en una horrible temporada
Una de sus peores temporadas de la última década, al acabar duodécimo en la Liga ACB, con sólo 13 victorias y 21 derrotas
El conjunto malagueño tres campañas por debajo del octavo lugar que da derecho a disputar la fase por el título
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