El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha lamentado este sábado el "decepcionante" resultado de la XXIII Cumbre Ibérica celebrada este viernes en Viana do Castelo y ha aludido a la conexión de alta velocidad Vigo-Oporto, antes de subrayar que se esperaban avances y una mayor "concreción", pero "para nada", bajo su punto de vista, ha sucedido.
"Había un tema central que todos identificábamos como tal y que no mereció ninguna atención, sobre todo por parte del Gobierno español. Los 29.000 euros consignados en el presupuesto (estatal) ya indicaban cuál podía ser el resultado, pero esperábamos que la cumbre se usara para avanzar, para superar esa inconcreción y para decir cuándo y cuánto. Para nada", ha lamentado, en relación a la infraestructura ferroviaria.
"El Gobierno español no tenía ninguna intención, ni ganas, y el resultado es absolutamente decepcionante", ha sentenciado, en declaraciones a los medios, tras la recepción en Compostela a los alcaldes de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago.
De hecho, Rueda ha resaltado que resulta "muy difícil" decir "algo" que "realmente" Galicia "pueda aprovechar" de esa cumbre, cuya "duración cortísima" ha destacado, al igual que la "falta de preparación evidente" por parte del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez, pese a estar el presidente y varios ministros.
En sus declaraciones, Rueda también ha apuntado a otro asunto que la Xunta consideraba "prioritario", como le trasladó en su misiva a Sánchez: el estatuto de trabajadores transfronterizos, que era, además, ha recordado, "compromiso" de la anterior cumbre hispano lusa, y que "se salda con una simple guía de buenas prácticas".
Para el presidente gallego, "eso y nada es todo lo mismo". "Y más pensando que era un compromiso, que había tiempo para prepararlo y que esta era la ocasión", ha apostillado.
Así las cosas, se ha reafirmado en que la cita ha concluido con un resultado "decepcionante", lo que considera "una lástima" al interpretar que, en los "temas realmente importantes" que atañen a las relaciones de España y Portugal, con el foco en el Norte, el Ejecutivo de Sánchez "pasa bastante".