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Los residuos peligrosos se dispararon en el vertedero de Aborgase tras el Covid

Los desechos biosanitarios pasaron en un año de 3 toneladas a 9.260, según el Ministerio para la Transición Ecológica

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  • Gestión de residuos por en Montemarta-Cónica. -

Las estadísticas del Ministerio para la Transición Ecológica revelan un salto exponencial durante el año 2021 en la recepción de residuos peligrosos por el vertedero de Montemarta-Cónica, que gestiona la empresa Aborgase (Aborgase). En tan sólo un ejercicio el vertedero pasó de tres toneladas de este tipo a nada menos que 9.260. Esta ingente multiplicación estaría relacionada con la aparición del Covid-19. Las Memorias de la empresa también hablan de un incremento exponencial, pero no de tal magnitud.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía otorgó en el año  2007 una Autorización Ambiental Integrada a Aborgase para la gestión en el denominado complejo medio ambiental de Montemarta-Cónica (Alcalá de Guadaíra) de residuos no peligrosos, de distinto tipo, y de residuos peligrosos. En este caso, únicamente los clasificados en el grupo III, los biológicos especiales.

Son aquellos que por suponer un riesgo para la salud y/o el medio ambiente requieren medidas especiales de prevención, tanto en la gestión intracentro sanitario como fuera del mismo.

En el caso de los residuos no peligrosos, y con la excepción de 2014, la estadística ministerial muestra una tendencia a la baja en el número de toneladas enviadas a Montemarta-Cónica, pero en el de los residuos peligrosos refleja un incremento exponencial en 2021, con 9.260 toneladas frente a tan sólo tres del año precedente.

Como este tipo de residuos sólo pueden ser biológicos especiales y justamente en el año 2020 surgió el coronavirus, cabe colegir una relación causa-efecto entre la aparición de la pandemia y la recepción de desechos peligrosos en el vertedero de Aborgase.

De hecho, en la Memoria de Sostenibilidad de la compañía del año 2020 puede leerse lo siguiente: “Como no puede ser de otra manera, los residuos procedentes de hospitales aumentaron de forma exponencial, debido a la crisis sanitaria. En el centro Montemarta Cónica se incluye una planta de tratamiento de residuos biosanitarios, operada por la empresa GSA Servicios Ambientales.

La compañía GSA anunció la adaptación, “en tiempo récord”, de su planta de procesado de residuos biosanitarios con el objetivo de incrementar y hacer más eficaz la gestión de deshechos derivados del Covid-19 en la comunidad andaluza. De esta forma, la empresa sevillana logró acondicionar, en menos de una semana, su planta de residuos biosanitarios, que se estima podrá procesar "más de 6.000 kilos de residuos al día”.

Tras el Covid

Agustín Martínez de la Orden, en representación de la compañía solicitó el 22 de octubre de 2020, tan sólo cuatro meses después de finalizado el primer confinamiento decretado por el Covid, que el Gobierno andaluz modificara la Autorización Ambiental Integrada, con el fin de poder sustituir dos calderas de vapor de propano de 600 kilos/hora por una caldera de propano con capacidad para producir 1.000 kilos/hora de vapor, así como para instalar un nuevo autoclave con capacidad para tratar 15 toneladas al día de residuos biosanitarios.

La solicitud fue aprobada por la Junta de Andalucía, con lo que el vertedero pasó de tener un autoclave de residuos sanitarios a dos. El  autoclave es un equipo que utiliza el vapor a presión para destruir los microorganismos. Está considerado como uno de los sistemas más fiables de inactivación de residuos biológicos y de esterilización de material de laboratorio.

Dado que el segundo autoclave autorizado tiene una capacidad de tratamiento anual de 5.475 toneladas y que en el año 2021 se recibieron 9.260, la cifra denota que en el vertedero de Montemarta-Cónica, gestionado por Aborgase, se ha trabajado a destajo prácticamente en el tratamiento de residuos biológicos especiales, hasta el punto de que la cantidad de éstos casi equivalió a la de residuos no peligrosos por primera vez en su historia.

Sin embargo, hay una notable diferencia entre los datos oficiales que aparecen en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes del Ministerio para la Transición Ecológica y las Memorias de Aborgase.

Mientras en el primero se contabilizan tan sólo tres toneladas de residuos peligrosos transferidas al vertedero de Montemarta-Cónica en el año 2020, la Memoria de Aborgase de dicho ejercicio computa 990 toneladas de residuos biosanitarios. Y mientras en el Registro constan 9.260 toneladas de residuos peligrosos en 2021, la Memoria de Aborgase de dicho año sólo refleja 1.144 de residuos biosanitarios.

La empresa genera sus propios residuos de este tipo (aceites minerales, filtros, bateites minerales, filtros, baterías…) como consecuencia de los procesos de mantenimiento de su maquinaria y vehículos, además de los producidos por otras a las que subcontrata, pero en su Memoria de 2020 apunta 9.179 kilogramos, no toneladas, y sin relación con los residuos biosanitarios, los únicos peligrosos cuya gestión tiene encomendada.

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