Según explicó el director de este equipo de investigación, Aníbal Ollero, este sistema funciona con ordenadores conectados mediante redes inalámbricas que permiten el intercambio de información entre los diferentes robots.
Para comprobar los resultados del proyecto los investigadores emplearon un helicóptero autónomo HERO (desarrollado en el marco de esta iniciativa ), que fue transportado por otro vehículo no tripulado terrestre hasta un lugar en el que no era posible continuar por tierra.
En ese momento, el helicóptero despegó de la plataforma y sobrevoló la zona hasta detectar la presencia de un pequeño incendio –provocado para la demostración–, cuyas coordenadas de localización transmitió entonces a otro vehículo terrestre dotado con un equipo de extinción.
Este todoterreno anti-incendios se desplazó después hasta el punto indicado y procedió a apagar el fuego, tras lo cuál el helicóptero volvió a localizar el vehículo que lo transportaba inicialmente y aterrizó finalmente sobre el mismo.
“De esta manera hemos conseguido demostrar la actuación conjunta en un mismo sistema y de forma autónoma de vehículos aéreos y terrestres”, señaló Ollero, quien explicó que a partir de esta investigación se han podido desarrollar “otros muchos proyectos” en aplicaciones industriales de vehículos tripulados y no tripulados.