Los denunciantes aseguraron que. “aunque son robos de pequeña cuantía, los amigos de lo ajeno parece que no son unos profesionales, si bien se atreven a acceder al interior de los comercios”.
Panadería y asesoría
El último de estos robos, “se produjo en la madrugada del pasado martes, en el interior de una en una panadería situada en el número 39 de la calle Emilio Castelar”.
Para perpetrarlo, “los ladrones habían hecho un hueco en la reja de seguridad y se habían introducido rompiendo un cristal de una ventana situada junto a un congelador de helados”. La cuantía del robo “rondó los 400 euros, cantidad que tenía en la caja registradora”, pero “lo peor fue que el comerciante tuvo que hacer frente a los costes de reparar los desperfectos”.
También en las últimas semanas, según añadieron, “se produjo otro robo, en este caso en una asesoría, donde los ladrones intentaron, sin conseguirlo, abrir la caja fuerte”.
Mientras, concluyeron los residentes, “a los policías locales nunca se les ve patrullando por la zona, dado que, al ser una calle peatonal, sólo pasan con los vehículos por sus inmediaciones”.