Bontoux, que estuvo retenido por la policía marroquí y luego fue expulsado, llegó a las 16:30 horas (hora local) a Canarias junto con los dos activistas de la asociación Sáhara Thawra. Estos últimos, que han permanecido escondidos.
A su llegada a Gran Canaria, Bontoux aseguró que El Aaiún se encuentra “en estado de sitio”, lo que da idea de la magnitud de la situación, aunque es muy difícil conocerla con exactitud porque existen grandes problemas, ya que no hay libertad de movimientos para los periodistas y los saharauis tienen mucho miedo de hablar.
Explicó que fue interrogado durante varias horas en su hotel en El Aaiún, donde logró entrar como turista, y la policía marroquí le quitó el pasaporte, aunque, según dijo, debido a su condición de ciudadano francés, la policía le dispensó un mejor trato.
Por su parte, la activista Silvia García contó que estaban en el campamento Gdeim Izik cuando la policía marroquí “entró a saco” y ha indicado que desconoce con exactitud el número de personas fallecidas como consecuencia de las agresiones, aunque, según aseguró, hay bastantes víctimas entre la población saharaui.
Los dos activistas, miembros de la asociación Sahara Thawra, se encontraban en el campamento cuando “cientos de dispositivos de toda clase, militares, policías, fuerzas auxiliares entraron a saco a reventarlo”.
Ellos recibieron “alguna piedra o algún golpe”, pero a juicio de García, no es nada comparado con las agresiones a la población saharaui, que los protegió hasta que ayer el Gobierno de Marruecos les instó a abandonar el país.
MARRUECOS CONTRA LOS MEDIOS
El Gobierno de Marruecos denunció “con fuerza” lo que califica como una “actitud irresponsable de varios medios de comunicación españoles” en su cobertura de las informaciones relativas a este país.
En una declaración institucional leída en nombre del Ejecutivo marroquí por su ministro de Comunicación y portavoz, Jalid Naciri, las autoridades acusan a los periodistas españoles de “recurrir sistemáticamente a procedimientos falaces, técnicas innobles, manipulaciones abyectas y montajes inmundos”.
Rabat considera que el objetivo de esos medios es conseguir una “grave manipulación de la opinión pública española, con el fin de exacerbar sus sentimientos contra Marruecos”, dentro de lo que llama “una auténtica deriva odiosa y racista”.
La declaración centra sus críticas concretas en el canal de televisión Antena 3, los diarios ABC y El País, la emisora de radio Cadena SER y la Agencia EFE.
Esta nueva ofensiva contra los medios españoles por parte del Gobierno marroquí se produce en una semana en la que se han sucedido varios incidentes relacionados con la cobertura de los disturbios desencadenados el pasado lunes por el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik junto a El Aaiún.
El Ministerio marroquí de Comunicación retiró el viernes, la acreditación al corresponsal del diario ABC, Luis de Vega, con más de ocho años de permanencia en este país.