Hace poco leía un artículo en el que explicaba que ya se están realizando estudios para analizar el impacto de las pantallas en nuestro desarrollo y no me refiero a un estudio de una universidad concreta sino a análisis y estudios exhaustivos para comenzar a integrar dicho impacto en las valoraciones de los especialistas.
Y es que donde tú ves gracioso que cualquier niñ@ con un año o un poco más sepa coger un móvil, que un niño con cinco años tenga tal control que maneja la tablet mejor que tú, que un niño con 10 años tenga un canal de youtube y esté todo el día dándole a los botones ó que con 12 no quiera salir a la calle porque este viciado al fortnite. Yo por mucho que le busco la gracia, no la encuentro.
Os juro que no le encuentro la congruencia a ver a los niñ@s pequeños en los carros parados o en movimiento con las pantallas puestas sin ver todo lo que le rodea sino que van como los caballos cuando le cierran la perspectiva visual.
Tampoco veo lógico ir a un bar y el 80 por no decir el 95 por cierto de las mesas con móviles viendo dibujos, YouTube o cualquier otro disparate.
Mucho menos ir a un parque y ver a padres con los patines o los balones en los pies mientras el niñ@ usa la pantalla.
Y así, un sinfín de ejemplos que te pueden parecer exagerados pero si andas con la cabeza arriba, te darás cuenta que no es tan disparatado.
Y no, no estoy en desacuerdo de las tecnologías. Estoy en desacuerdo del uso que se le da.
En una sociedad donde siempre vamos con prisa prevalece TÚ tranquilidad y no la de tu hij@. Los niños son eso, niñ@s y tienen que dar la lata porque sus comportamientos y su personalidad se están adquiriendo y fraguando . Si a ti como padre o madre te molesta que hagan ruido, griten, se peguen, se peleen por un juguete o que no te dejen tomar un café pues qué queréis que os diga, haberlo pensado antes de procrear.
Hemos sido de una generación en la que si estabas aburrid@ te decían “pues si te aburres te echas en agua” y a inventar.
Hemos sido una generación de dar el tostón con un “es que a menganit@ le dejan ”, con una respuesta sublime de “si menganito se tira del tajo, ¿tú vas detrás?” y así hemos pasado de un “ no te voy a comprar uno, te voy a comprar dos” a no tener dos sino tener tantas cosas que no sabes ni aburrirte y si te aburres, pues ahí tienes play, nintendo, Tablet, móvil y un sinfín de cosas más.
Me da pánico cada día asomarme al balconcito de nuestra sociedad porque os juro que estamos creando una panda de inept@s y de holgazanes de categoría donde la falta de un NO rotundo brilla por su ausencia porque cuando malacostumbras a una persona ya sea pequeño, mediano o mayor a tener todo lo que pide o si antes de pedirlo, ya has ido a buscarlo cuando tengas la obligación de dar un NO ¿qué? Ahí ¿de quién es la culpa? ¿de quién el problema?
Lógicamente los tiempos (por suerte) cambian y seguimos avanzando pero lo que no podemos permitirnos es retroceder en educación y valores porque eso son los pilares fundamentales de cualquier ser humano y es lo primero que debemos saber cuándo comenzamos a darnos cuenta de lo que nos rodea.
Como adultos debemos reflexionar sobre qué esperamos de nuestra sociedad en unos años. No quiero irme muy lejos porque de verdad, que me da pavor pensarlo.
Siempre recuerdo con alegría la frase de “tranquila que todo llega pero a su debido tiempo” y no puedo estar más agradecida de que esa frase se me grabase a fuego porque gracias a ella, sé que él camino se va creando. También estoy segura que esa frase te la dirían a ti si te sientes indentificad@ con este artículo. Créeme eres parte de la solución. Hagamos una sociedad más justa, más colectiva, mas humana.