El objetivo de esta modificación es dar solución a problemas puntuales surgidos por la ejecución de ciertas actuaciones urbanísticas. Con ello se trata de regularizar urbanísticamente la alineación de determinadas calles con el fin de evitar la aparición de alineaciones diferentes en un mismo tramo.
En su intervención, la portavoz de Unidad por La Línea (UPL), Isabel Soiza, lamentó que desde el año 1985, fecha en la que se elaboró el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), hasta la actualidad “se haya estado parcheando”, así como la prisa del equipo de gobierno por trasladar este asunto al Pleno sin dar tiempo a los grupos de la oposición para estudiarlo.
Por parte del PSOE, Miguel Tornay calificó este asunto como “inoportuno” y ha señalado que requiere de un estudio técnico en profundidad para posibilitar la regularización de determinadas situaciones. De igual forma, criticó que la propuesta se haya planteado a la desesperada, calificando como irresponsable y temerario que se traslade a pleno en una época pre-electoral como la actual.
Desde IU, Andrés Martín, criticó igualmente la carencia de información previa y el escaso tiempo que se ha otorgado a los grupos de la oposición para el estudio de la propuesta.
En este sentido, aludió a los “posibles compromisos del equipo de gobierno con promotores” que ha podido condicionar la urgencia en la aprobación del punto.
Por su parte, el portavoz popular, Juan Montero, argumentó que la modificación no va a alterar ni la edificabilidad, ni posibles elementos lucrativos, ni el modelo dispuesto en el actual PGOU.
La propuesta contó con el único voto favorable del PP, en contra de PSOE e IU, y la abstención de UPL.