Más de dos meses después, la plaza madrileña vuelve a ser el epicentro de las reivindicaciones del 15-M y esta vez con indignados que han venido en siete marchas diferentes por las carreteras y autopistas españolas, una de ellas, la procedente de Santiago de Compostela, que se ha parado frente al Palacio de la Moncloa en señal de protesta.
Con gritos de “ahí está la cueva de Alí Baba”, “no nos representan”, “culpable” o “lo llaman democracia y no lo es”, los indignados, algunos en la valla que separa la A-6 del complejo, han permanecido allí y colgado una camiseta en la que se podía leer “680 km y dos huevos duros”.