La Guardia Civil a caballo patrulla desde hace varias semanas los campos de la comarca antequerana para evitar que se produzcan nuevas oleadas de robos como las que han afectado en el último mes a los cultivos, especialmente en la zona de Archidona.
Se trata de bandas organizadas que roban para convertir rápidamente el producto en dinero sustrayendo las cosechas según se vayan recolectando.
En el último mes los robos se han cebado con los cultivos de aceitunas, Alrededor de 60.000 kilos de aceitunas han desaparecido de los olivos, lo que ha supuesto una pérdida económica para los agricultores de unos 24.000 euros, que además también están sufriendo desvalijamientos en sus cortijos.
El destacamento de la Guardia Civil encargado del servicio de vigilancia está formado por un grupo de quince agentes que trabajan, por parejas o tríos, en turnos de mañana y tarde, y por la noche es la seguridad privada de los propios cultivos quien se encarga de la vigilancia.
Esta seguridad privada, unida a la caballería de la Benemérita, está dando resultados muy positivos, ya que se ha producido un descenso del número de robos, prácticamente inexistentes desde hace un par de semanas.
Aún así, y a pesar de que la nueva vigilancia está dando buenos resultados, los agricultores exigen un mayor control en los puntos de compra-venta, sobre todo en municipios como Pedrera, Los Corrales o Casariche, donde no se pide a los vendedores la documentación que acredita que la aceituna o el producto es de procedencia legal.