La popular canción, titulada 'Niños del Arco Iris', aboga por el multiculturalismo que tanto critica Breivik. Miles de noruegos han salido a las calles de Oslo, bajo la lluvia, y se han concentrado en otras localidades del país para cantar este tema, visto por el autor confeso de la masacre como un instrumento para lavar cerebros.
"Nosotros somos los que ganaremos", ha subrayado el cantante Lillebjoern Nilsen, al frente de esta manifestación, a la que muchos de los asistentes han acudido con rosas.
Estos actos coinciden con el comienzo de las comparecencias de testigos ante el tribunal que investiga la responsabilidad de Breivik en la explosión de un coche bomba en Oslo y del posterior tiroteo en la isla de Utoya.
Harald Foesker, que se encontraba en el Ministerio de Justicia cuando explotó la bomba, ha relatado su experiencia tras el estallido, a causa del cual murieron ocho personas. "Escupí dientes", ha contado, al referirse a lo que desde un primer momento comprendió que era "un ataque terrorista contra el edificio oficial". "Pedí ayuda pero nadie me respondió", ha añadido.
Como consecuencia del atentado, Foesker ha perdido el 80 por ciento de la visión y ha necesitado cirugía plástica facial. Sin embargo, se ha mostrado orgulloso de vivir en un país que afronta con dignidad este tipo de tragedias.
