La visita real al

El ministro de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, transmitió ayer al embajador del Reino Unido en España, Giles Paxman, el “disgusto y malestar” por la visita que el príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de Isabel II, hará a Gibraltar el próximo mes de junio.

El director general de Política Exterior y Asuntos Multilaterales, Globales y de Seguridad, Santiago Cabanas, convocó el pasado martes al embajador británico en la sede del ministerio para trasladarle la queja.

En un escueto comunicado de la Oficina de Información Diplomática (OID), se afirma que el director general, "en el curso de la conversación y entre otros temas, tuvo ocasión de trasladarle el disgusto y malestar del Gobierno por la prevista visita" de los condes de Wessex.

Por su parte, Londres señaló ayer que la visita que el príncipe Eduardo hará en junio a Gibraltar es parte de la conmemoración de los 60 años en el trono de su madre, como única valoración del “malestar" expresado por el Gobierno español.

Portavoces del Ministerio británico de Exteriores y del Palacio de Buckingham dijeron que varios miembros de la familia real inglesa están realizando viajes fuera del Reino Unido en representación de la reina con motivo de su Jubileo de Diamantes.

Viaje privado
Por su parte, García Margallo estimó ayer que el viaje de la reina Doña Sofía a Londres para participar en el jubileo de diamantes de Isabel II es “absolutamente privado” y lo ha desligado de la queja del Gobierno por la visita del príncipe Eduardo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha transmitido al embajador del Reino Unido en España, Giles Paxman, el "disgusto y malestar" por la visita que el príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de la reina.

Las quejas emitidas por Exteriores cuando viaja al Peñón la familia real británica se producen en cada anuncio de este tipo, como ocurrió con la de la princesa Ana, en 2009, y en otras dos ocasiones en el Gobierno de Aznar.