Síntoma de vida en un Sevilla con ganas e intensidad, en un partido donde mereció la victoria. Emery tiene seis días para idear la vuelta.
El primer once del nuevo técnico Unai Emery deparó pocas sorpresas, aunque alguna novedad a destacar. En portería, como era de preveer, regresaba Palop. El resto, los habituales en Liga. Es decir, casi toda la carne en el asador para intentar el asalto en la Romareda. Y lo de casi lo protagonizaba Coke, que se colaba en el equipo de inicio, en detrimento de Cicinho.
Comenzaba el partido y el Sevilla parecía otro. Carácter, agresividad y balón, las cualidades deseadas de Unai Emery, plasmadas en los primeros minutos del choque. Los hispalenses eran dueños y señores de la pelota. Los maños apenas la olían. Incluso, los acercamientos, sin lanzamientos a puerta, eran ciertamente claros. Al menos, había atisbos de criterio.
No obstante, la primera aproximación con cierto peligro lo protagonizó el Zaragoza. Apoño, en el minuto 15, ejecutó un lanzamiento seco desde el borde del área que se marchó muy cerca del palo izquierdo de Palop. El partido comenzó a entrar en un ritmo lento y sin presión.
Pero en el 22’, la primera polémica. Balón al hueco de Reyes a Negredo que lo dejaba solo frente a Leo Franco y que además, con un toque sutil, el cuero terminó dentro de las redes. La jugada y el gol no subió al marcado por la señalización de un fuera de juego de escuadra y cartabón. Discutido cuanto menos, porque la posición de partida del vallecano rozaba la frontera de la zaga maña.
Precisamente, Negredo forjó la primera ocasión clara del Sevilla. Un pase en largo lo controló de manera sensacional el delantero, que chutó con potencia desde la media luna. El balón se marchó a la derecha de un Leo Franco casi batido.
Pero el gol lo rozó en el 37’. Un saque de falta botado por Rakitic iba a parar a la cabeza de Maduro que, solo, picó la pelota en el área pequeña pero no encuentro puerta. El Sevilla, por dominio, por intensidad y por ocasiones, hacía méritos para ponerse por delante en el luminoso del estadio de la Romareda. Al descanso, lo mejor, el lavado de cara de los nervionenses. Mimaron el balón y lo hicieron suyo, sin dar tregua al rival.
Se reanudaría el duelo copero sin cambios en ninguno de los equipos y con un susto a los cuatro minutos. Inclusión por la diestra de Sapunaru que puso un balón peligrosísimo al corazón del área. Por fortuna, estuvo rápido Fazio para despejarlo.
En el 57’, la mejor jugada del Sevilla hasta entonces. Contra de libro que llegó a las botas de Navas para que el de los Palacios le pusiera en boca de gol un pase a Reyes, pero desafortunadamente su disparó se topó con un defensa zaragocista. Era gol. El partido se ponía bonito. Más aún con una enorme intervención de Palop en un lanzamiento de falta de Hélder Postiga a los pocos minutos.
La buscó y la volvió a encontrar Negredo a falta de un cuarto de hora. Un rechace de Coke lo aprovechó el vallecano para revolverse ante su tocayo, pero reaccionó muy bien el meta argentino al chut del delantero sevillista.
Pero el gol, buscado por enésima vez, lo mereció en un lanzamiento cruzado de Navas que buscaba la escuadra. Al final, el empate no hacía justicia a lo visto en el choque y Nervión declinará el duelo, el próximo miércoles a las 19.30 horas.
Emery: "El equipo ha merecido el gol; quería ganar"
Primera comparecencia de prensa tras un partido del nuevo míster sevillista. Emery destacaba los aspectos más positivos del equipo tras el choque en la Romareda. “Hay una base buena de futbolistas y trabajo. Hay capacidad de mejora”. “Queríamos hacer un gol y el equipo lo ha merecido. Necesitamos buenos resultados”, decía.
Jiménez: "El resultado es incierto para la eliminatoria"
El viejo conocido Manolo Jiménez valoraba lo visto en el choque y aseguraba que el empate sin goles es “un resultado incierto para la eliminatoria”. Del equipo de Unai destacó que “los he visto muy metidos en no recibir gol y en su campo son más peligroso por lo que habrá que tenerles el justo respeto”, finalizaba el de Arahal.
