En declaraciones a su llegada a la reunión informal de ministros europeos de Exteriores, de ayer en Marsella (Francia) previa a la conferencia ministerial sobre Unión por el Mediterráneo, el ministro galo consideró que “la solución militar no es la que hay que priorizar” en estos momentos.
No obstante, reconoció que “hay que proteger totalmente a esos refugiados que ahora son más de un millón y que están en una situación desastrosa”.
En este sentido, Kouchner recordó que un convoy de ayuda de Naciones Unidas, escoltado por las fuerzas de paz del organismo internacional para RDC (Monuc), ha cruzado este lunes a la zona que permanece bajo control rebelde para asistir a los civiles desplazados por los enfrentamientos.
“Hasta ahora (la ayuda humanitaria) solo llegaba a un campamento de refugiados y eso no es soportable”, continuó Kouchner, quien además advirtió de que “Kivu Norte está lleno de refugiados y hace falta una solución definitiva” para esta cuestión porque “no podemos estar continuamente tratando de asistirlos, esa fórmula no funcionará nunca”.
En relación a la actuación de las tropas de la Monuc que operan sobre el terreno, Kouchner destacó que cuenta con “17.000 hombres” y que “es la mayor operación de la ONU”. “En Goma hay 800 soldados y es evidente que no es suficiente”, añadió.
Así las cosas, el ministro galo, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE este semestre, abogó por revisar las tropas para que sean “más eficaces”. “Queremos una Europa dispuesta a ayudar, que aporte su respaldo, pero hay que cambiar significativamente el dispositivo”, concluyó.
Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, aseguró que la Unión Europea está “concentrada” en hacer “todos los esfuerzos políticos” para tratar de impulsar “el proceso político”, “ahora que hay un alto el fuego”.
También la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, apostó por la vía política y diplomática y aseguró que “solo puede haber una solución política”, aunque aseguró la disposición del Ejecutivo comunitario a ofrecer la ayuda humanitaria necesaria.