Repasaba días pasados al alcaldesa algunos de los proyectos que deben ponerse en marcha en nuestra ciudad a corto o medio plazo y me paré en esa apuesta que hacía por modernizar la ciudad. Sin decirlo abiertamente, quizás para no recodar episodios del pasado más reciente, García Pelayo hablaba de un proyecto de ciudad que hay que poner en marcha. Un proyecto diferente al de la expansión de la orbe jerezana; un proyecto distinto al de obras de impacto como en su día fueron la del Circuito o la del propio Estadio Chapín; un proyecto diametralmente opuesto a aquel en el que Ayuntamiento se convertía en locomotora económica de la ciudad, aunque no obviando que al Ayuntamiento, mientras la iniciativa privada no aparezca, será quien tenga que dar el primer paso para que el ladrillo vuelva a asumir protagonismo obrero.
Ahí está ese proyecto de la nueva Plaza Esteve, que quiere que esté finalizado para el término de la legislatura; o el de San Agustín, aunque es una obra que no depende del Consistorio sino de Zona Franca; o el de la revitalización progresiva del centro de la ciudad, para el que el acuerdo con la Junta de Andalucía, independientemente de las siglas políticas de cada uno, tiene que ser fundamental. El centro de Jerez se está convirtiendo en el caballo de batalla de los últimos condicionantes de ciudad. Un centro sin contenido da lugar a una ciudad que, a priori, carece de ese contenido. Hay mucho que trabajar en ese sentido, hay que sentarse con muchos sectores, pero hay que dinamizar el centro como atractivo turístico. Obispado con las iglesias abiertas, creación de nuevos espacios y demás. Espacios que también se tienen que derivar a zonas que pueden ser estratégicas como esa Laguna de Torrox que está dejada de la mano de Dios.
Los problemas internos del Ayuntamiento han sido muchos y en eso se han esforzado desde el Gobierno Municipal en estos dos primeros años de gestión, pero no es menos cierto que los problemas del Ayuntamiento no pueden ni deben solapar el crecimiento de la ciudad, el proyecto de una ciudad que hace muchos años que carece de él y parece que se quiere que lo tenga
