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Cádiz

Un gaditano se hizo inventor tras enseñarle a su hijo cómo llegar a Barcelona

Antonio Torres tiene cinco patentes en su haber, una de ellas es el juego ‘Orientación Geográfica’. Además mantiene un pleito con una multinacional cosmética por un peine para teñir el pelo, que de prosperar, lo convertiría en un inventor de lo más adinerado.

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  • El inventor Antonio Torres

Si bien es cierto que hay personas a las que a pesar de haber tenido una sola idea brillante en su vida ya se les denomina inventores, hay otras personas que no paran de darle vueltas a las cosas y siempre, con la creatividad por bandera, hacen de su vida un proyecto continuo, una investigación perenne, la prueba y el error como modus vivendi.

Tal es el caso del gaditano Antonio Torres, camionero jubilado y con cinco patentes registradas en su haber, algunas de ellas premiadas con medallas de plata y bronce en certámenes de inventores en Bruselas y otros muchos proyectos en mente para seguir desarrollándolos.

La primera de sus patentes nació de la curiosidad de su hijo, que le preguntó cómo llegar a Barcelona y de ahí nació Orientación Geográfica, un juego interactivo para que los más pequeños de la casa aprendan geografía, ya que “sin ser un puzle”, se trata de un mapa de España dividida en tantas piezas como comunidades autónomas existen y diferenciadas por colores para que encajen unas con otras y así los pequeños se divierten mientras aprenden geografía. Este juego está inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Provincia de Cádiz desde marzo de 1995 y en el Registro General de la Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura desde julio de es mismo año y Torres, que ya lo ha llevado a varios colegios espera poder vender en otros muchos para poder financiar otros proyectos que tiene en mente. “En Cádiz lo pueden encontrar en la papelería Goyber de la Avenida de Andalucía”, afirma este inventor.

Torres, al que no le cabe la menor duda de que jugando se aprende más, también posee otros inventos registrados, uno de los cuales podría proporcionarle pingües beneficios si prospera una demanda que se encuentra sub iudice. De hecho, el invento es un peine para teñir el pelo y la parte demandada es una multinacional cosmética por todos conocida y de la que Torres prefiere que se omita el nombre, aunque de salirle bien la jugada, el inventor y camionero vería cómo su vida daría un giro de 180 grados, ya que la indemnización sería tan millonaria como las ventas de maquillajes y cosméticos de la empresa en cuestión.

También señala este inventor que de su mente han salido unos patines con ruedas en línea, una plomada-nivel que indica los grados de inclinación o una rampa - plataforma (rampayplataformas. com) para cargar y descargar camiones y contenedores, de la que está más que orgulloso y de la que espera que grandes empresas se fijen en ella para comercializar la idea.

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