El alcalde de la capital malagueña y senador del PP, Francisco de la Torre, ha vuelto a defender que los incidentes del pasado sábado entre representantes 'populares' y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, "en absoluto se pueden llamar escrache ni eso es presión insoportable". Por ello, ha opinado que las declaraciones de este lunes del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, "son válidas en términos generales, pero no aplicables a Málaga".
De la Torre se pronunciaba así al ser preguntado por los periodistas sobre las declaraciones del ministro del Interior, en las que se mostraba "radicalmente en contra" de cualquier acto de intimidación: "todo lo que sean actos de intimidación, acoso, violación del derecho a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio han de ser rechazados".
"Estoy totalmente de acuerdo con el ministro del Interior cuando es un acto de esas características --ha dicho este martes el alcalde--, pero la cuestión es: ¿lo que pasó en Málaga tiene esas características?". "El ministro no tenía información, se le hace una pregunta dando por supuesto que ha pasado eso", ha apuntado.
ENTREGAR UN PAPEL
El regidor ha insistido en que "lo que yo vi en el Museo Picasso Málaga (MPM) para nada se puede calificar de escrache; al contrario, Francisco Oblaré --vicesecretario general del PP malagueño y vicepresidente de Diputación-- no fue tratado, en mi criterio, con la normalidad que tiene que plantearse un escolta para que alguien no entregue un papel". "De todos modos, qué tipo de presión es entregar un papel a un cargo público", se ha preguntado.
"Por lo que vi en el MPM, fue Oblaré el que no fue tratado adecuadamente y luego he visto fotos donde se percibía la paciencia y la calma con las que intentaba entregar un documento". "Yo estoy harto de atender situaciones, pero no de esa calma, sino con presión de verdad", ha manifestado De la Torre.
Cuestionado, sin embargo, por lo sucedido en el hotel, a la salida del 'parking' del coche en el que iba la presidenta de la Junta, ha reiterado que no estaba, pero, según la información que le han trasladado, "y no hay razones para pensar otra cosa, en absoluto, se nota ninguna presión sobre el coche".
Más aún, ha afirmado que, al entrar en el hotel la vicepresidenta de la Diputación Francisca Caracuel y el diputado y alcalde de Nerja (Málaga), José Alberto Armijo, "de cuya educación tengo absoluta garantía", lo que pretendían era "hablar con el entorno de la presidenta para en un minuto o dos plantearle los motivos del encierro: la deuda que mantiene la Junta con los ayuntamientos".