El presidente interino de Túnez, Moncef Marzuki, ha sostenido este lunes la necesidad de que las próximas elecciones se celebren antes del verano de 2014, al tiempo que ha abogado por una "tregua social" para respaldar los esfuerzos del nuevo Gobierno, que será creado en el plazo de un mes, según ha informado la emisora tunecina Mosaique FM.
El sábado, las fuerzas políticas tunecinas acordaron nombrar al hasta ahora ministro de Industria, Mehdi Jomaa, como nuevo primer ministro del Gobierno interino, en sustitución de Alí Laarayedh. Así, Jomaa, ingeniero aeroespacial de formación, será el encargado de dirigir un gobierno tecnócrata que gestionará el país hasta la celebración de las próximas elecciones.
Esta elección se enmarca en el acuerdo negociado por las fuerzas políticas tunecinas bajo el auspicio del sindicato Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) y que incluye la dimisión del actual Gobierno, encabezado por el partido islamista Ennahda cuando se cumplan tres condiciones: nombramiento de un gobierno tecnócrata, conclusión de la nueva constitución del país y convocatoria de elecciones en una fecha concreta.
El anunció llegó apenas unos días después de que el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Túnez, Mustafá ben Jaafar, sostuviera que los trabajos de redacción de la nueva Carta Magna estarán finalizados en el plazo máximo de un mes, más de un año después de la fecha prevista en un principio.
Túnez, tradicionalmente uno de los países más seculares del mundo musulmán, se enfrenta a su crisis política más profunda desde la revolución que acabó con el régimen de Zine el Abidine ben Ali, en enero de 2011.
El punto de inflexión fue el asesinato del líder opositor Mohamed Brahmi, ocurrido el pasado 25 de julio, cuando dos hombres armados que iban en motocicleta le dispararon a la entrada de su casa, ubicada en la capital tunecina.
El pasado mes de febrero, Chokri Belaid, líder del opositor Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular, también fue tiroteado hasta la muerte en la capital tunecina.
La crisis se agravó el pasado mes de agosto, cuando Ben Jaafar decidió suspender de forma indefinida los trabajos del organismo hasta que el Gobierno y la oposición iniciaran un diálogo para superar la actual crisis política.
La decisión fue controvertida, ya que varios parlamentarios y expertos legales argumentaron que no tenía derecho a suspender los trabajos de la ANC, ya que, conforme a su reglamento interno, solo es posible mediante una votación.