La 'Declaración de Granada por la salud de las personas migrantes y minorías étnicas' ha servido de cierre a la 5º Congreso de la Asociación Europea de Salud Pública (Eupha), celebrada en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) del 9 al 12 de Abril y organizada por la EASP, organismo de Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, junto a la Asociación de Salud Pública Europea (Eupha) y el Consorcio de Salud y Social de Cataluña.
Expertos internacionales en Salud Pública de instituciones como las Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la Comisión Europea, el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC) o Médicos del Mundo, han realizado un llamamiento a todos los gobiernos europeos, para que adopten las medidas necesarias para proteger la salud de las personas migrantes y de las minorías étnicas en Europa, garantizando su defensa y acceso igualitario en un entorno de crisis sistémica global.
De este modo, se ha pedido explícitamente a los gobiernos europeos que se abstengan de denegar o limitar el acceso igualitario de todas las personas, incluidas migrantes y minorías, a los servicios de salud, según ha informado la Unidad de Comunicación y Relaciones Institucionales.
Según se detalla en la 'Declaración de Granada', en este preciso momento en el que muchos países europeos están aplicando políticas de austeridad, resulta especialmente importante que la comunidad de salud pública defienda a los más pobres y débiles. Entre ellos destacan muchas personas migrantes, "quienes por diferentes razones se encuentran ahora mismo en condiciones más vulnerables".
Estos colectivos han vivido, en los últimos años, según se afirma en la declaración, un "empeoramiento de unas condiciones que de por sí ya precarias, con graves consecuencias para su salud mental y su bienestar". "Esto hace que muchas de estas personas no tengan cubiertas las necesidades de salud física y mental como consecuencia de afecciones ocurridas antes, durante o después del proceso de migración", se añade.
Además, "las cada vez más severas restricciones impuestas sobre las personas migrantes indocumentadas, incluidos los períodos de detención prolongada en instalaciones deficientes, representan una grave amenaza para la salud física y mental de estas personas".
A todo ello hay que sumarle, en algunos países o regiones, "un auge de la xenofobia, que conduce a la discriminación y la violencia contra las personas migrantes y minorías étnicas de larga tradición, especialmente los Roma". Y en este desesperanzador entorno, "algunos países han utilizado la crisis económica para reducir el derecho de las personas migrantes indocumentadas a los servicios sociosanitarios"
Por tanto, la comunidad científica europea ha instado a los gobiernos europeos a proteger el derecho a la salud de las personas migrantes y de las minorías étnicas en Europa, garantizando su defensa y acceso igualitario.