El Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba ha dictado una sentencia tras una conformidad por la que condena a un hombre a dos años y cinco meses de cárcel y a una mujer a una pena de once meses de prisión, el primero por un delito continuado de estafa con la agravante de reincidencia y la segunda por ser cómplice, tras supuestamente estafar en la compra de grandes cantidades de productos ibéricos, tales como jamones, chorizos o salchichones, valorados en más de 45.000 euros, de entidades del norte de la provincia cordobesa.
Según recoge la resolución judicial, a la que ha tenido acceso Europa Press, los condenados deberán hacer frente a indemnizaciones por unos 46.700 euros, aunque están declarados en situación de insolvencia; al tiempo que la juez ha acordado absolver a otras dos personas que estaban procesadas en la causa, después de que los condenados declararan que no participaron en los hechos y el fiscal retiró la acusación.
En concreto, la sentencia da por probado que durante el mes de diciembre de 2009, el varón "ayudado en labores de apoyo" por la mujer, realizaron distintos pedidos a varios secaderos de jamones ubicados en el norte de la provincia de Córdoba, principalmente en Pozoblanco, Villanueva de Córdoba e Hinojosa del Duque, con el fin de "beneficiarse" con los productos ibéricos que les fueran servidos, "sin pagar precio por ellos".
De este modo, en ejecución del plan que habían trazado, uno de los acusados supuestamente se hacía pasar por el propietario de una empresa "solvente" con sede social en la capital cordobesa, y telefoneaba a los distintos secaderos, cada vez con un número de teléfono diferente.
Así, proporcionaba el CIF y el número de cuenta corriente que la empresa tenía abierta en una entidad bancaria, que previamente los procesados habían obtenido "ilícitamente y por un medio que no ha podido ser determinado", según se señala en la sentencia.
Una vez proporcionada la confianza de la empresa contactada, y verificada por parte de cada uno de los secaderos "la veracidad en la identificación facilitada" de la empresa, los acusados lograban su propósito obteniendo grandes partidas de productos ibéricos, que serían abonadas bien directamente desde la cuenta o a través de pagarés.
No obstante, al llegar el día del pago y reclamar los secaderos afectados a la empresa las distintas facturas, desde dicha entidad les informaban de que "habían sido engañados", según apunta la juez, quien detalla cuatro pedidos, entre el 8 y el 9 de diciembre, en los que los acusados contrataron dos servicios de transporte de distintas provincias y a un transportista, que supuestamente desconocía "las maquinaciones fraudulentas".
Cabe destacar que ambos condenados cumplen penas de prisión por "otras muchas causas" en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada.