Parece que la llamada de auxilio de comerciantes y vecinos de la calle Medina ante los problemas de seguridad de esta céntrica vía ha surtido efecto. El pasado lunes a última hora se reunían y creaban una comisión de seguimiento que aprobó, entre otras medidas, solicitar una reunión con la alcaldesa para analizar los últimos sucesos ocurridos en esta céntrica tras la grave puñalada que recibió un ciudadano de nacionalidad rumana el pasado viernes a plena luz del día. La asociación de comerciantes Asunico y los residentes llevaban años avisando de que esto podía pasar.
Transcurridas 24 horas de ese mensaje de desesperación, María José García-Pelayo se puso en contacto con los afectados para convocarles a un encuentro a cuatro bandas para este viernes en el que abordarán el refuerzo de la vigilancia en esta calle. Además del subdelegado del Gobierno, Javier De Torre, el delegado de Personal y Seguridad, Javier Durá, también estarán presentes el comisario de la Policía Nacional y el jefe de la Policía Local, así como representantes de Asunico encabezados por su presidente Manuel García.
Desde el sábado por la tarde, como avanzó ayer este periódico, un dispositivo conjunto de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía garantiza una presencia permanente de agentes en la mencionada vía durante el horario comercial. Es pronto para cantar victoria, pero las tiendas y los vecinos notan otro aire y menos follones lejos de la imagen habitual de un grupo de individuos cada vez más numeroso que se concentra desde hace años delante de una conocida tienda de compra-venta de segunda mano para abordar a los clientes e intercambiar entre ellos artículos de dudosa procedencia.
No bajarán la guardia
Pero esto no ha hecho más que empezar. A partir de ahora, vecinos y comercios ya han advertido que no cesarán su lucha hasta que esta problemática se erradique del todo, por lo que ya tienen en la recámara otras medidas por si el dispositivo actual no es suficiente o se retira antes de lo esperado.
Dicen que la experiencia es un grado, y no es la primera vez que el Ayuntamiento se preocupa por incrementar la vigilancia, pero los afectados también tienen claro que al final siempre se han relajado y nunca han conseguido disuadir del todo esta movida.
Mientras tanto, el Ayuntamiento sigue en sus trece, y pese a su diligente respuesta para tomar cartas en el asunto, sigue reiterando la “efectividad” de las rondas continuas de vigilancia previas al suceso del viernes. Para ellos, precisamente, la “rápida” detención del presunto agresor evidencia el “trabajo previo” que se ha hecho en esta zona por parte de la fuerzas de seguridad.
Por contra, para negocios y residentes de esta céntrica calle lo ocurrido es la gota que colma el vaso de su paciencia y demuestra que hasta ahora las cosas no se han hecho lo bien que deberían. Lecturas bien distintas de un episodio que ha vuelto a poner en la palestra la falta de seguridad en la zona.
