Unos 200 agricultores amenazaron, insultaron y retuvieron ayer durante una hora a tres técnicos de la Guardería Fluvial de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en una finca de Lucena del Puerto donde realizaban labores de inspección relacionadas con la extracción ilegal del agua.
Fuentes de la Confederación han explicado a Efe que los hechos tuvieron lugar alrededor de las 12.15 horas cuando estos tres agentes estaban "cumpliendo con su trabajo de control, inspección y vigilancia en una zona en la que existe bastante tensión por estos temas" en dicha finca, ubicada en monte público propiedad del Ayuntamiento.
Cuando los técnicos entraron en el lugar este grupo, de unas 200 personas, han detallado desde la CHG, se personaron en el lugar y durante "algo más de una hora los insultaron y amenazaron" e incluso les impidieron la salida en el vehículo oficial cuando se propusieron a abandonar la finca, algo que finalmente lograron gracias a la mediación de uno de los agricultores.
Desde la Confederación se ha informado que los hechos van a ser denunciados ante la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva para que sean investigados.
Por su parte, desde la organización WWF se ha calificado de "intolerable" esta agresión que, entienden se enmarca en una situación "cada vez más alarmante en el entorno de Doñana, con el crecimiento imparable de la agricultura de regadío ilegal".
Con este ataque, consideran que "la situación ha tocado techo", por ello han reclamado que se investiguen los hechos, se identifique a los asistentes y se depuren responsabilidades, pues "las infracciones cometidas podrían constituir delito al perpetrarse contra funcionarios en ejercicio de sus competencias".
"La guardería fluvial hace un trabajo fundamental velando por el agua, un bien público y un recurso natural vital para el mantenimiento de los ecosistemas, la población y la propia agricultura", ha declarado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.
"Desde WWF queremos trasmitir todo el apoyo y afecto a los guardas fluviales del entorno de Doñana en estos momentos difíciles", ha concluido.
WWF ha mostrado su apoyo a todos los agricultores "legales" que, cumpliendo con la legislación ambiental, realizan su trabajo en la zona, pero alerta del crecimiento imparable de la agricultura de regadío sin derechos del uso del agua.
