Germán J. G, exnovio y padre del hijo de Miriam Tamayo, fue declarado ayer culpable de un delito de asesinato con alevosía con el agravante de parentesco y de otro de amenazas por la muerte de la joven el 12 de junio de 2013 tras atacarla en plena calle y asestarle siete puñaladas. Ni un día necesitó el jurado popular encargado de juzgar el crimen que conmocionó a Jerez hace apenas año y medio para tener veredicto de un caso que ha sentado a la expareja de la joven de 21 años en el banquillo de los acusados de la sección octava de la Audiencia Provincial de lunes a miércoles.
Sus nueve miembros se retiraron a deliberar esa misma jornada por la tarde tras recibir el objeto del veredicto, y ayer al mediodía, a las doce y media de la tarde, se pronunciaban después de tenerlo claro y hacerlo además por unanimidad. El abogado de la acusación particular, Marcos Rodríguez, que representa a los padres de Miriam, María Rodríguez y José Tamayo, se mostraba satisfecho “porque se ha hecho justicia y se ha tenido en cuenta también “todo lo que hemos pedido”, dijo.
En este sentido, el letrado se refirió al al delito por amenazas que también estimó el jurado por los WhatsApp intimidatorios que recibió la víctima previamente y un episodio ocurrido un mes antes de los hechos, y el agravante de parentesco que solicitaron, a los que también se adhirió la Fiscalía.
Como explicó, los padres de Miriam conocieron el veredicto a través de una llamada telefónica suya nada más salir de la sala. José rompió a llorar nada más saberlo. Tanto él como su mujer prefirieron no estar presentes en la sala, a la que sólo acudieron el pasado lunes para declarar como testigos. Fueron momentos muy duros y no han podido quedarse en la vista. Sí lo han hecho una hermana y amigos de Miriam, con camisetas con su rostro pidiendo justicia, y a los que la tensión de los nervios acumulados les pudo el miércoles por el alegato del acusado.
Este último escuchó el veredicto solo, con la única compañía de su abogado, después de que estos días sus allegados hayan preferido mantenerse en un segundo plano y no asistir. Una vez emitido el veredicto, corresponde a la juez determinar en la sentencia las penas de cárcel para el acusado -que se moverán en la horquilla de los 18 a los 20 años- y las indemnizaciones por responsabilidad civil para los padres, el hijo y las hermanas de Miriam.
También dependerá de la juez fijar la responsabilidad civil. Fiscalía pide una indemnización de 200.000 para el hijo de la víctima, 30.000 euros para los padres y 20.000 para cada cada una de sus dos hermanas y la prohibición de acercarse en un radio de 1.000 metros a sus casas, trabajo, estudios, etc, en la condena y 10 años después.
