No han saltado aún las alarmas en el Sevilla ante la cita que el cuadro rojiblanco tiene esta noche (21.05 horas), frente al Rijeka, pues el combinado sevillista, a priori, es muy superior al bloque croata, que espera poder dar la sorpresa y así, colarse en los dieciseisavos de final de la Europa League.
Pero los de Unai Emery deben andar con ojo, porque sus cábalas, no son del todo halagüeñas; ya que una derrota, podría dejarlos fuera del torneo europeo con el aluvión de críticas que ello conllevaría y el mazazo a nivel anímico que supondría en el equipo.
La tabla clasificatoria del Grupo G marca una igualdad tremenda; pues tanto Sevilla (segundo con 8 puntos), Rijeka (tercero con 7 puntos) y Feyenoord (líder con 9 puntos), dicta que las tres escuadras se hallan en un puño.
Así las cosas, una victoria en el Sánchez Pizjuán de los locales o un empate; unido a la probabilidad de que el conjunto holandés caiga en su visita a Lieja ante el Standard o no logre la victoria, siempre y cuando el Sevilla saque sus tres puntos, otorgarían el liderato y el pase a la siguiente ronda a los nervionenses.
No obstante, al margen de las matemáticas; la principal y casi única preocupación de Emery para el partido de hoy recae en la figura de Gregory Krychowiak, quien no ha podido ejercitarse con el resto de sus compañeros a causa del golpe sufrido en el tobillo el pasado domingo en Vallecas, cuyo dolor, todavía no ha remitido.
Por lo demás, Emery pondrá toda la carne en el asador para no jugar con fuego.
