Los vecinos afectados de los siete bloques, unas 105 viviendas, entre las calles María de Molina y Músico Cristóbal de Morales, por el incendio en el negocio chino en la noche del día 20 de enero, en la capital cordobesa, han pedido este jueves que se actúe con "contundencia" en la investigación que lleva la Policía Nacional y el juzgado de instrucción, tras conocer que el incendio "no fue fortuito, porque lo han provocado", según apunta el informe policial.
Así lo han resaltado a Europa Press desde el colectivo, al tiempo que reclaman que a través de la investigación "se sepa todo", porque "a lo mejor a través de este hilo se llega a algo realmente gordo", indican los vecinos, que consideran que "han ido a hacer daño", dado que "sabían que había 300 viviendas" sobre este establecimiento que ocupa el bajo del inmueble.
En este sentido, algunos de estos vecinos confiesan que tienen "mucho miedo, porque nos podíamos haber muerto y podía haber sido una catástrofe muy grande", declaran, a lo que añaden que esperan reunirse todos los afectados para "tomar una decisión conjunta" ante los últimos acontecimientos.
Según explican, con este negocio antes del incendio "no ha habido problemas", al tiempo que indican que sí los hubo con un negocio de restauración colindante y regentado también por ciudadanos de nacionalidad china, porque "no cumplían con ciertas normativas", pero resaltan que no sabían "la historia que tenía detrás este bazar".
Al respecto, una de las afectadas lamenta que "no es normal que a cualquier tipo de negocio con un propietario español se le pidan muchos papeles y a ciudadanos de nacionalidad china por dar dinero nada de nada".
Mientras, esperan que "se haga efectivo que no se va a cobrar ni la basura ni el agua", si bien defienden que "todavía se podía agilizar más el tema de los alquileres, porque hay muchos problemas al presentar la documentación", para lo cual aluden a que "es una situación excepcional".
Así, piden "una respuesta rápida", puesto que se preguntan si van a tener que "esperar cuatro meses para que les den un piso", al tiempo que señalan que "las administraciones podían estar más de lo que están con los vecinos".
En concreto, una de las afectadas, con tres niños de siete y tres años y 22 meses, lamenta que no ha podido sacar prácticamente "nada" de su vivienda, ubicada en el bloque 13 --uno de los más afectados--, donde ha entrado dos veces y parte de lo que ha sacado lo ha tenido que tirar a la basura.
Al hilo de ello, recuerda cuando tuvo que "sacar" a sus hijos con "las habitaciones con el humo concentrado" en la noche del día 20 de enero e informa de que en estos momentos está en la tramitación de un piso de alquiler social de la empresa pública Vimcorsa, para el que "piden bastantes documentos", apunta la afectada.
VARIOS FOCOS EN EL FUEGO
Al hilo de ello, según ha adelantado la prensa provincial, la tesis principal sobre las causas del incendio en el bazar es que las llamas fueron provocadas y que todo puede deberse a un siniestro premeditado, según el informe de la Policía Científica que se encuentra en manos del Juzgado de Instrucción que va a llevar el asunto que pasa de ser un tema civil a un presunto hecho penal.
Así, las primeras conclusiones verifican las sospechas que se tienen desde primera hora por las personas que estuvieron en el operativo y que solo apelaban a su experiencia profesional para explicar que algo extraño había pasado. En primer lugar, los responsables de la unidad científica han verificado que no hubo un foco del incendio sino varios, ubicados en puntos alejados entre sí, y que no ocurrirían en un supuesto de incendio accidental.
Además, desde primera hora existían datos que apuntaban que el incendio se extendió demasiado deprisa generando un calor extremo en un local que superaba los 1.500 metros cuadrados. Ni siquiera la presencia de materiales plásticos a mansalva, propios de este tipo de negocios, explicaban para los profesionales lo grande que llegó a ser el incendio, que tardó una noche completa en apagarse.
Cabe destacar que el arquitecto contratado por la comunidad de propietarios Jardines de la Sierra III y a fin de garantizar "la seguridad y salubridad" del inmueble, como consecuencia del incendio, ha emitido un informe que certifica que unas 105 viviendas desde los bloques 10 al 16 "no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad".
Según recoge el informe, el arquitecto declara "la inhabilitabilidad de las viviendas hasta que paulatinamente se recuperen los servicios mínimos que garanticen la habitabilidad". El incendio, que se produjo sobre las 22,00 horas del día 20 de enero, obligó al desalojo de unas 200 personas.