Decenas de milicianos hutíes y de civiles murieron en las últimas horas por los intensos bombardeos efectuados por la aviación de la coalición árabe, encabezada por Riad, en la provincia yemení de Saada, feudo del grupo rebelde.
Habitantes de esta región septentrional, limítrofe con Arabia Saudí y controlada por los hutíes desde 2010, informaron a Efe por teléfono de que los ataques se prolongaron desde la noche de ayer hasta la mañana de hoy.
Un vecino de la ciudad de Saada, capital de la provincia homónima, explicó que solo en la urbe la coalición llevó a cabo más de 30 ataques aéreos.
Según la televisión Al Masira, de los insurgentes chiíes, uno de los bombardeos tuvo como blanco la vivienda del dirigente hutí Ali al Ibi y acabó con la vida de al menos 21 personas.
Estos bombardeos se producen en respuesta al ataque con proyectiles de mortero ayer por parte de la milicia hutí a la ciudad saudí de Nashrán, fronteriza con el Yemen, que causó la muerte de tres civiles.
Los rebeldes hutíes atacaron con proyectiles algunas escuelas y un hospital de campaña en Nashrán, donde los centros educativos han sido cerrados y los vuelos suspendidos.
El portavoz de la coalición, el saudí Ahmed al Asiri, ya prometió ayer tras el ataque que no se va a permitir que "estos actos ocurran sin respuesta".
Destacó que uno de los objetivos de la operación "Devolución de la Esperanza", que sustituye a la dada por finalizada "Tormenta de Firmeza", es repeler los actos de las milicias hutíes.
Pese a que el pasado 21 de abril la alianza anunció el fin de la campaña "Tormenta de Firmeza", la aviación árabe ha continuado bombardeando ciertas zonas del país donde están presentes los insurgentes hutíes.