El juicio a la dirección del partido neonazi griego Amanecer Dorado por asesinato y dirección de banda criminal se reanudó hoy en la que se espera que sea la primera sesión, después de su suspensión hace dos semanas debido a un defecto de forma.
La mayoría de los diputados del partido y su líder, Nikolaos Mijaloliakos, no se personaron, sino que estuvieron representados por sus abogados en la cárcel de máxima seguridad de Korydalós, a diez kilómetros de Atenas, rodeada de fuertes medidas de seguridad y una gran expectación mediática.
Desde primeras horas de la mañana decenas de manifestantes se concentraron ante el Ayuntamiento de Korydalós en contra del fascismo y a favor del traslado del juicio fuera del municipio, una protesta que continuó ante la prisión.
La calle que conduce a la cárcel estuvo cortada y los agentes antidisturbios velaron para que la concentración de organizaciones antifascistas y la de apoyo a los miembros de Amanecer Dorado se mantuviesen alejadas en los extremos de esta vía.
De los 69 acusados, todos excepto tres deben responder a las acusaciones de dirección y pertenencia a organización criminal, mientras algunos también se enfrentan a delitos de asesinato y posesión ilegal de armas, archivos y drogas.
El pasado 20 de abril se pospuso el inicio de este macroproceso judicial, porque uno de los acusados no tenía abogado y tras designarle uno, el tribunal decidió posponer la vista para darle tiempo de preparar la defensa.
El detonante de la investigación al partido ultraderechista, que llevó a prisión en octubre de 2013 a la cúpula de la formación, fue el asesinato del joven rapero izquierdista Pavlos Fyssas en septiembre de ese año a manos de un militante de Amanecer Dorado, Yorgos Rupakiás, que ya cumple condena por este crimen.
El pliego de acusación sostiene que, bajo la apariencia de un partido político, se esconde en realidad una organización de corte y estructura nazi, algo que los dirigentes de Amanecer Dorado siempre han negado.