La celda en la que el golpista Antonio Tejero permaneció arrestado en el Castillo de la Palma de Ferrol no tenía barrotes, ni siquiera era una celda al uso pese a que la instalación estaba concebida como una cárcel militar desde la guerra civil. Los aposentos en los que permaneció arrestado dos años el cabecilla del 23F eran en realidad una cómoda estancia de unos 65 metros cuadrados con varias habitaciones, un servicio con bañera y hasta una cocina.
Esta fortaleza se ha abierto por primera vez al público durante este mes de agosto después de un acuerdo entre el Concello de Mugardos donde se ubica el castillo y el grupo de inversores que en 2003 compró esta construcción --iniciada en 1597-- al Ministerio de Defensa con el objetivo de convertirla en un lujoso hotel con spa.
Vecinos de la zona recuerdan los días en los que tuvieron como 'vecino' a Tejero. "Cuando salíamos a pescar se le podía ver haciendo gimnasia y corriendo en chándal por la cubierta del castillo", narra a Europa Press un vecino de avanzada edad, natural del cercano pueblo de La Redonda, que participa en una de las primeras visitas guiadas que se ofrecen de este lugar centenario.
La guía confirma el lugar en el que pasó su reclusión el golpista y añade que tenía libertad de movimiento por todo el recinto en el que había hasta una cantina. Los habitantes de la zona apuntan que Tejero no era un preso cualquiera y relatan que había simpatizantes que se personaban en el castillo para entregarle presentes: "bandejas llenas de carne, mariscos o vino".
"SUBÍAN A LA MONTAÑA PARA VERLE"
"Otros se subían a la montaña para verle y lanzarle mensajes de apoyo", cuenta el mismo vecino de La Redonda, quien sostiene que los vecinos del pueblo podían acceder al fuerte para asistir a misa o tomar la lancha hasta el puerto de Ferrol con un pase especial.
La 'celda' de Tejero se encontraba junto a la entrada principal, cerca de la capilla, nada más cruzar el foso a través de un puente levadizo cuya estructura se mantiene en perfecto estado de conservación. Era la primera residencia de toda la fortificación ya que las habitaciones de los altos mandos militares se ubicaban en otra zona más apartada.
También había una galería destinada específicamente a los presos militares a la que hoy también se puede acceder. Consiste en un largo y oscuro pasillo en el que se distribuyen habitáculos más modestos que el que ocupó Tejero. Ese lugar fue habitado, por ejemplo, por soldados republicanos durante la guerra civil.
La estancia que habitó el golpista desde abril de 1981 hasta mayo de 1983 contaba con tres habitaciones, una cocina y un baño. Tenía dos puertas de acceso que daban a dos salas principales. A través de una de ellas se accedía a otro habitáculo interior, mientras que la otra sala comunicaba con la cocina y el baño.
PROYECTO HOTELERO ESTANCADO
Tejero fue condenado a 30 años de cárcel por la intentona golpista de 1981. Tras su paso por Ferrol fue trasladado al Castillo de San Fernando, en Figueras (Gerona), donde permaneció hasta 1991 cuando fue llevado a la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid). Allí recibió el tercer grado en 1993 y la libertad condicional en 1996. Actualmente, con 83 años de edad, hace una vida normal en libertad.
El proyecto para convertir el Castillo de la Palma en un hotel se encuentra estancado por falta de financiación y aunque hay zonas que presentan un cierto abandono por la humedad o los saqueos, la visita permite descubrir los rincones y el funcionamiento de una fortificación que en tiempos sirvió para defender el Arsenal Militar de la ciudad de Ferrol.
Se encuentra en la misma orilla que el Castillo de San Martín (hoy en ruinas) y frente al Castillo de San Felipe. Entre estas dos últimas fortificaciones, ubicadas a ambos extremos de la ría, se desplegaba una cadena de grandes dimensiones que unía las dos fortalezas taponando la entrada a los navíos enemigos que quedaban a merced de los cañones. Ha experimentado diversas ampliaciones y modificaciones hasta que definitivamente fue convertida en penal militar.
En el Castillo de la Palma también estuvieron recluidos en su día otros presos como el comandante de Infantería, Marín García-Verde, más conocido como 'el hombre de la gabardina', vinculado con los sucesos de Montejurra de 1976 en los que se llevó a cabo el asesinato de dos personas en el marco de un complot de la extrema derecha contra los entonces dirigentes del Partido Carlista.
El Castillo de la Palma se podrá visitar sólo durante los fines de semana de este mes de agosto previa inscripción en el Concello de Mugardos hasta conformar grupos de 15 personas, según la web oficial de la localidad. Los horarios de las visitas son los sábados y los domingos a las 10, las 11.30 y las 13.00.