Los peores augurios se confirmaron. Chispi sufre la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco interno de la rodilla derecha, por lo que estará en el dique seco, como mínimo, durante los próximos seis meses. Así de contundentes fueron los resultados de las pruebas médicas que se le practicaron en el día de ayer al lateral sevillano del Ángel Ximénez, que cayó lesionado en el partido que el miércoles enfrentó a su equipo ante el Naturhouse La Rioja en Logroño. Este contratiempo obligará ahora al club pontano a rastrear el mercado en busca de un primera línea de garantías.
Chispi cayó lesionado a apenas tres minutos y medio para el descanso, en una desafortunada acción cuando salía al contraataque al chocar con el espigado pivote Alberto Val, un oponente de más de dos metros de altura. El choque de trenes, rodilla contra rodilla, dejó fuera de combate al lateral del Ximénez, cuyos gritos de dolor silenciaron al millar de espectadores que presenciaban el encuentro. Pronto se vio que la lesión no tenía buena pinta. Las manos a la cabeza de Fernando Barbeito y los gestos del doctor del club riojano evidenciaban que el problema era serio. Tras unos minutos de tensa espera, Chispi, que no podía apoyar en el suelo, fue sacado de la pista en brazos de sus compañeros José Cuenca y Mario Porras.
La primera exploración detectó los problemas de estabilidad que sufría la rodilla del jugador, que realizó uno de los viajes de regreso más amargos de toda su carrera deportiva. Ya a primera hora de la mañana, a la llegada del equipo a Puente Genil, se sometió a una resonancia para determinar el alcance de la lesión, e incluso el club pidió una valoración médica posterior al prestigioso traumatólogo Alejandro Espejo, que confirmó los peores presagios. Ambos dictámenes médicos fueron concluyentes: Chispi tendrá que pasar por el quirófano, y a partir de ahí iniciar un lento proceso de recuperación para regresar a las canchas en una fecha indeterminada.
Con ese panorama, las caras de preocupación y de desánimo eran ayer la nota general entre los componentes de una plantilla que dejó en un plano secundario la extraordinaria primera parte que el equipo firmó ante el vigente subcampeón de la Liga Asobal. En ese tono de tristeza, uno de los más afectados por la baja de Chispi era el entrenador, Fernando Barbeito, que reconoció abiertamente la inquietud suscitada al no poder contar a partir de ahora con uno de los principales estandartes de la plantilla, que además la temporada pasada se alzó con el título de máximo goleador de la competición.
El técnico catalán recordó que no está siendo una temporada fácil en el capítulo de lesiones, ya que tras la baja de Curro Muñoz, que sufrió una rotura fibrilar durante la pretemporada que le mantuvo durante un mes en el dique seco; se unió la del central Nacho Moya, actualmente en plena fase de recuperación tras sufrir ante el Teucro un esguince de tobillo de grado III. "La baja de Chispi, es muy importante y supone un gran contratiempo para nosotros -indicó un apesadumbrado Barbeito-, ya que perdemos efectivos para la primera línea, y nos obligará a hacer reestructuraciones, dando, por ejemplo, minutos a Alexis Rodríguez en la posición de lateral izquierdo, y haciendo que algunos jugadores que hasta ahora no han contado con muchos minutos, den un paso adelante".
Confirmada la gravedad de la lesión, Barbeito y el Ximénez están obligados a mirar al mercado para "incorporar a un jugador para la primera línea". "Todos pensábamos que tendríamos dos laterales izquierdos, dos centrales, un jugador como Alexis que alterna lateral y extremo izquierdo, y un lateral derecho; y aunque hubiésemos deseado incorporar un jugador zurdo polivalente para actuar de lateral o extremo, ahora el panorama ha cambiado", incidió el entrenador pontanés, que tiene claro que "sí o sí necesitamos un brazo derecho, y sobre todo defensor, porque si bien Chispi no estaba participando tanto en el ataque, sí estaba acumulando muchos minutos en defensa".
