Un nuevo estudio publicado en la revista 'Archives of Environmental Contamination and Toxicology' ha concluido que una sustancia química comúnmente utilizada en productos de cuidado e higiene personal, como por ejemplo las cremas de protección solar, plantea una amenaza ecológica para los corales y los arrecifes de coral, poniendo en peligro su propia supervivencia.
La oxibenzona (también conocida por el nombre BP-3 o benzofenona-3) está presente en más de 3.500 productos de protección solar en todo el mundo y contamina los arrecifes de coral a través de los buceadores que llevan protección solar sobre la piel y los vertidos de aguas residuales procedentes de las desembocaduras municipales y los sistemas sépticos costeros.
El estudio se publica menos de quince días después de que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos anunciara que se estaba produciendo el tercer fenómeno mundial de decoloración del coral de la historia y advirtiera sobre el hecho de que las amenazas para el coral generadas localmente, como por ejemplo la contaminación, minan la salud de los corales y reducen las probabilidades de que estos organismos resistan el proceso de decoloración o puedan recuperarse del mismo.
El estudio, demuestra que la exposición de las plánulas de coral (crías de coral) a la oxibenzona provoca graves deformaciones morfológicas, daña su ADN y, lo que es aún más alarmante, actúa como perturbador endocrino. Esto último hace que el coral se encapsule en su propio esqueleto, lo que en última instancia provoca su muerte.
Estos efectos se observaron a concentraciones reducidas de tan sólo 62 partes por billón (ppb), lo cual equivale a una gota de agua en seis piscinas olímpicas y media.
Las mediciones de la presencia de oxibenzona en el agua de mar en los arrecifes de coral de las Islas Vírgenes de Estados Unidos permitieron detectar concentraciones que oscilaban entre 800 partes por billón (ppb) y 1,4 partes por millón (ppm). Este resultado es más de 12 veces superior a las concentraciones necesarias para que se produzcan efectos negativos sobre el coral.
El autor principal, Craig Downs, ha explicado que "hay que reconsiderar seriamente el uso de productos que contienen oxibenzona en las islas y en zonas en las que la conservación de los arrecifes de coral constituye un tema fundamental".
"Hemos perdido al menos el 80 por ciento de los arrecifes de coral de la región del Caribe. Cualquier pequeño esfuerzo dirigido a reducir la contaminación por oxibenzona podría significar la supervivencia del arrecife de coral durante un verano muy cálido o la recuperación de una zona degradada", ha apuntado.
UN AGENTE FOTOTÓXICO
El estudio reveló que la oxibenzona es un agente fototóxico con unos efectos que se agravan con la exposición a la luz, pero que incluso en condiciones de oscuridad las plánulas de coral pasaban de un estado mótil (móvil) a un estado deforme y sésil (inmóvil) y presentaban un índice creciente de decoloración en respuesta a un aumento en las concentraciones de esta sustancia. Este dato es especialmente relevante en zonas que se enfrentan a fenómenos de decoloración masiva del coral, entre las que figura Hawái.
Los expertos advierten de que cada año se emiten a las zonas de los arrecifes de coral entre 6.000 y 14.000 toneladas de loción solar, gran parte de la cual contiene entre el 1 y el 10 por ciento de oxibenzona. Los autores estiman que esto sitúa como mínimo al 10 por ciento de los arrecifes de coral mundiales en alto riesgo de exposición, a juzgar por la distribución de los arrecifes en zonas turísticas costeras.