Uno de los dos pilotos del avión ruso derribado ayer por Turquía ha sido rescatado vivo por fuerzas especiales sirias y rusas, y se encuentra ya en un lugar a salvo, informó hoy la televisión oficial siria.
Según la cadena, que citó una fuente militar, efectivos sirios y rusos llevaron a cabo anoche una operación conjunta para rescatar al piloto del cazabombardero ruso, que cayó en el norte de la provincia noroccidental siria de Latakia.
La fuente destacó que el equipo de salvamento se adentró 4,5 kilómetros en una zona "con presencia de terroristas" para recuperar al piloto y luego regresó con él a su base.
La televisión subrayó que el estado de salud del piloto es "bueno".
Anteriormente, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, había señalado a Efe por teléfono que fuerzas sirias habían rescatado vivo al piloto y lo habían trasladado al aeropuerto militar de Hamimim, en Latakia.
Abderrahman indicó que el otro tripulante del aparato siniestrado murió ayer por los disparos de los rebeldes cuando se tiró en paracaídas.
Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, confirmó hoy el rescate de uno de los dos pilotos, que, aseguró, está "sano y salvo".
Durante la jornada de ayer, se sucedieron las informaciones contradictorias sobre el paradero de los dos tripulantes del cazabombardero ruso, después de que fuera abatido por la fuerza aérea de Turquía.
Un portavoz rebelde, Yahed al Ahmad, de la opositora Brigada Décima de la Costa, perteneciente al moderado Ejército Libre Sirio (ELS), dijo a Efe por internet que sus combatientes habían recuperado el cadáver de uno de los dos pilotos, que "ya estaba muerto cuando tocó el suelo", después de saltar en paracaídas.
Respecto al segundo piloto, Al Ahmad reconoció que no se sabía si estaba vivo o muerto, o si descendió en una área en manos de los opositores o en poder del régimen sirio.
Turquía, que respalda a la oposición siria, notificó ayer por escrito al Consejo de Seguridad de la ONU el derribo de un avión militar ruso tras una supuesta violación de su espacio aéreo, lo que fue negado por Moscú, que aseguró que el aparato no abandonó el territorio sirio.
Desde el pasado 30 de septiembre, Rusia, aliada del régimen de Bachar al Asad, lleva a cabo una campaña de bombardeos en Siria en su primera intervención militar en el país árabe desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.