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Huelva

Ratifican la condena de casi 10 años de cárcel por matar a un anciano

El Supremo desestima el recurso interpuesto por un hombre y ratifica el fallo dictado por la Audiencia de Huelva por unos hechos sucedidos en La Redondela

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El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado el recurso interpuesto por un hombre y ha ratificado el fallo dictado por la Audiencia de Huelva, que lo condenó a nueve años y ocho meses de prisión por un delito de robo con violencia utilizando medio peligroso, uno de lesiones con instrumento peligroso en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente, otro de allanamiento de morada y por otro de hurto.

El tribunal considera probado que éste robó y golpeó a un hombre de 75 años en una finca ubicada en el término municipal de La Redondela, en Isla Cristina, el cual murió tres días después en el hospital por las complicaciones derivadas de las heridas sufridas al estar tomando anticoagulantes. Los hechos sucedieron en agosto de 2012.

Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, este hombre, de nacionalidad portuguesa, tendrá que abonar, como responsabilidad civil, a la esposa del fallecido la suma de 100.000 euros, y al haber muerto ésta con posterioridad a los hechos, formará parte esa cantidad de la herencia de la misma; y a los hijos de la víctima con 25.000 euros a cada uno.

La defensa elevó este recurso al considerar que había habido "un error en la apreciación de la prueba pericial", solicitando que se le absolviera del delito de lesiones, en concurso ideal con el de homicidio imprudente, y del delito de robo con violencia.

El Alto Tribunal considera probado que sobre las 18,00 horas el fallecido se encontraba en su finca, a la que llegó el condenado pidiéndole dinero, contestándole la víctima que no tenía, momento en el que éste comenzó a golpearle con un listón de madera en la espalda, la cabeza, el cuello, el tórax, el abdomen y las extremidades superiores, tirándolo al suelo, donde continuó golpeándole fundamentalmente en la cabeza con piedras que tenía a mano, y robándole el teléfono móvil y el reloj.

A continuación, el acusado se alejó del lugar con el listón de madera en sus manos en dirección a una finca de naranjos próxima, donde lo arrojó al suelo sobre un camino, abandonando a pocos metros la gorra que portaba, donde fueron hallados restos de su ADN y de sangre del fallecido.

Este hombre llegó consciente al hospital por lo que pudo hablar con sus hijos y con los agentes de la Guardia Civil, no obstante falleció tres días después a causa de shock hipovolémico refractario, existiendo como concausa preexistente la toma de medicación anticoagulante, que actuó como agravante de la patología lesional sufrida, que por sí misma no era mortal para producir el fallecimiento de una persona de la población general.

A su vez, en horas no determinadas del día de los hechos el acusado entró en otra casa, tras forzar la cerradura de la puerta de un almacén situado en la parte trasera de la construcción, donde se aseó, comió y bebió hasta que fue sorprendido mientras dormía en el sofá del salón por el arrendatario de la vivienda, que iba acompañado de otra persona, sobre las 9,50 horas del día siguiente, dándose el acusado a la fuga campo a través.

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