El equipo de gestión Macaco, dirigido por el Departamento de Medio Ambiente y Cambio Climático que incluye la Gonhs y la Clínica American Veterinary Gibraltar, ha introducido este otoño la anticoncepción quirúrgica por medio de laparoscopia en las medidas de control de la población del macaco de Gibraltar.
El veterinario Marcos Pizarro ha tratado hasta ahora a quince macacos hembras extraídos de la mayoría de grupos de estos animales conocidos en la Roca. Las hembras son cuidadosamente seleccionadas entre las que ya han tenido crías en los últimos años, de modo que no se les niega la oportunidad de procrear, lo que, según explican, es importante para la sociabilidad del macaco. El número de hembras esterilizadas es también limitado, indican.
Este método, según los especialistas, tendrá a largo plazo un efecto en la detención del crecimiento de la población, al tiempo que permite constricciones sociales que permanecen y que no ponen en peligro la supervivencia de esta especie.
Además de esta medida, este año ha comenzado también un programa para llevar a cabo la huella genética de toda la población de macacos de Gibraltar.
Este nuevo procedimiento de control evita la necesidad de “extensos sacrificios”, informaron desde el gobierno gibraltareño, una medida que solía utilizarse en el pasado para el control de la población, que es “necesaria en un área pequeña y densamente poblada como es Gibraltar”.
Con respecto a los implantes contraconceptivos, que se han utilizado durante varios años, recuerdan que su fiabilidad no es total, por no es 100x100 efectivo y su durabilidad es limitada.