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Málaga

El Museo de Málaga hace por fin historia

La pinacoteca, la quinta más grande de España, ofrece un viaje en el tiempo para descubrir desde la época Paleolítica hasta el s.XX. Abre al público este martes

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Rafael Martínez aún recuerda a sus hijos, a pie de la pancarta que el 12 de diciembre de 1997 echó a la calle a más de 6.000 malagueños pidiendo ‘La Aduana para Málaga’. Esos críos que querían “pintar algo” ahora son ya mayores. Encabeza una asociación de amigos de un museo hasta este lunes “fantasma” que, sin embargo, atesora 17 años a su espalda y 900 socios que, a buen seguro, crecerán como la espuma en cuestión de días. Son anécdotas que dan buena cuenta de la larga espera de una ciudad para reencontrarse con su historia, allí donde se ganó al mar. Justo allí donde la multitud clamó con la autoridad popular para que los tesoros de Málaga dejaran de guardar polvo.

La ciudad de los museos ha hecho por fin historia con la inauguración del esperado Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana, que se convierte en la quinta pinacoteca más grande de España con una colección de más de 17.500 piezas en su sección Arqueológica y de Bellas Artes.
“¡Qué gran día!” fue una de las frases más repetidas en la puesta de largo que no quiso perderse nadie. Más de 300 invitados entre autoridades, instituciones y personalidades del mundo de la cultura como Victoria Atencia, hija predilecta de Andalucía, Bernard Ruiz Picasso o Eugenio Chicano, o los herededores de Simonet o Such, artistas y nombres propios que ya ocupan un lugar propio entre sus paredes.

Málaga cierra el círculo del circuito artístico, tal y como recordaba ayer el regidor popular, Francisco de la Torre, casi 20 años despúes haciendo justicia con la reivindicación ciudadana y completando su enorme oferta como “ciudad de los museos”, según ensalzó el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, en su discurso de inauguración. La capital aspira así a revalidar de forma permanente el título que, tras la apertura del Centre Pompidou, la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo y, ahora, la pinacoteca malagueña, le han hecho famoso en el mundo entero.

Los malagueños, a buen seguro, harán cola este martes para adrentarse en el remozado edificio, cuya rehabilitación y puesta en valor como espacio museístico ha supuesto una inversión del Gobierno Central de más de 40 millones de euros. “Este museo es parte del ADN de la ciudad”, se mostró convencida la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien dedicó parte de sus palabras a la plataforma ciudadana Un “sueño que se hace realidad”, según apuntó la directora del espacio, María Morente.

Fruto de la lucha ciudadana y muestra de un diálogo entre instituciones más necesario que nunca, abrirá sus puertas de martes a domingo (aunque los domingos por la tarde cerrará para no hacer competencia a otros espacios) y tendrá entrada gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea. Costará 1,5 euros para el resto.

El que fuera sede del Gobierno Civil y posteriormente Subdelegación del Gobierno escribe un nuevo y más brillante capítulo de su historia mostrando el rico pasado malagueño, con un recorrido que se inicia en el siglo XIX, cuando Málaga era puntera en España por su industria y comercio.  Un paseo de la Prehistoria, con fenicios, romanos y Al-Andalus,  al siglo XX, con la escuela malagueña de pintura o las joyas modernas de Moreno Villa o Picasso. Tienda de souvenirs, cafetería, un  restaurante y un espectacular patio que aspira a convertirse en una continuación del entorno público para los viandantes, invitando a un remanso de paz entre sus muros.

La Navidad animará a los visitantes a disfrutar del nuevo museo para el que la Junta pondrá en marcha un programa de actividades. También lo hará la asociación de Amigos del Museo de Málaga (amigosmuseomalaga.es) que prevé organizar visitas guiadas o temáticas. Málaga mira al futuro sin olvidar su impresionante pasado, ahora expuesto al mundo para siempre. 

‘Y tenía corazón’, una de las obras emblema    de una colección con más de 17.500 piezas

Un corazón inerte en manos de un hombre con la mirada perdida, junto a un cuerpo femenino que yace sin vida sobre una rústica mesa de operaciones. Son los protagonistas del cuadro que se ha convertido en uno de los grandes emblemas de la colección del Museo de Málaga. ‘Y tenía corazón’ (1890) lleva la firma del pintor valenciano muy vinculado a Málaga, Enrique Simonet . Sobrecogedor por su gran formato, destaca un impecable estudio anatómico  del cuerpo de la joven o el juego de luces y sombras que nos transporta al momento de la autopsia que refleja con crudeza y gran realismo.

La interpretación da rinda suelta a teorías donde la chica era prostituta y el cuadro reflejaba el porvenir de la mala vida, aunque la pintura de morgue fue tendencia entonces. Encontraremos dos colecciones, una privada de objetos arqueológicos, la colección Loringiana y la otra, de obras de arte y de titularidad público, fruto de la labor de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. Los restos óseos del neanderthal de Zafarraya, las colecciones cerámicas de loza dorada de la Alcazaba o los recientes hallazgos de la tumbas de Chorreras  se codean con nombres propios de la pintura.

Destacan las pinturas 'Ecce Homo' y 'Dolorosa', de Luis de Morales; 'San Francisco de Asis', de Murillo; 'Bebedor vasco', de Joaquín Sorolla; 'El viejo de la manta', de Picasso; 'Esclava en venta', de José Jiménez Aranda; 'El milagro de Santa Casilda', de José Nogales, o sculturas como 'Cabeza de San Juan de Dios', de Fernando Ortiz, o 'San Antón', de Pedro de Mena.

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