La oferta hostelera del centro de Jerez se verá ampliada de aquí al verano con la apertura como mínimo de cuatro nuevos negocios que confirman la época de florecimiento que vive este sector en el corazón de la ciudad. Es el caso de El Chicharrón de la Plaza del Arenal, que ha tenido que retrasar su puesta en marcha por la aparición de parte de la muralla, una marisquería en un local de al lado, otro tabanco en la esquina de la calle Algarve con la calle Remedios y un nuevo bar en el local de la antigua óptica, frente a El Gallo Azul. Este último establecimiento, situado en un edificio emblemático en Jerez donde los haya, va a ser objeto también de una profunda renovación (en el interior, dado que a la fachada no se le puede tocar por su valor patrimonial) después de que un conocido hostelero malagueño, Gonzalo Assiego, vaya a tomar las riendas del conocido negocio.
Entre sus avales figura su trayectoria en Bali, donde es todo un referente, y de cuyos aires pretende contagiar ahora al mítico local de la calle Larga, dándole una vuelta de tuerca y ampliando su oferta hostelera y de ocio nocturno. De momento, los hermanos Melli, dos conocidos hosteleros, seguirán al mando, pero ya tienen entre sus miras el local de enfrente, donde darán forma a su nuevo proyecto hostelero una vez que Assiego aterrice en Jerez.
En la mayoría de los casos, estos nuevos proyectos ocuparán el local de otro comercio que no ha podido aguantar el tirón, un sector para el que el que no corren tiempos fáciles en la zona centro. “Estamos pasando por un proceso en el que el crecimiento y la apertura de establecimientos pasa por la hostelería. Se cierran comercios y se abren bares”, señala la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro, Acoje, que alerta de los perjuicios que puede traer entre los propios hosteleros este crecimiento “masivo”. “El mercado es el que es, no por más bares va a venir más gente a comer, por eso hay que controlar también ese crecimiento y, sobre todo -añade- la invasión de la vía pública que hay detrás”, asegura en clara alusión a los veladores, después de que el Ayuntamiento se haya comprometido a velar por el cumplimiento de la ordenanza para las terrazas.
Y es que, como indica García, si bien en 2015, la renovación afectó más a tiendas, con la apertura de más comercios especializados, 2016 ha sido mucho más tranquilo y no ha dejado “cifras importantes” como el año anterior.
De igual manera, en el seno de Asunico, la Asociación Unión Local de Comerciantes, también ponen el acento en el hecho de que todas las aperturas inminentes vayan a ser de establecimientos hosteleros, y avisan de la sombra de la denominada “burbuja de la hostelería” y su posible estallido, como ocurrió en la construcción, si no se regula la concesión de licencias de esta actividad para el centro por parte del Ayuntamiento. “El Ayuntamiento tendría que controlar más esto, y pensar en cuál es el modelo de centro que queremos en un futuro, para no limitarnos exclusivamente a bares”, señala Manuel García, presidente de este colectivo.