Sierra Nevada albergará a partir de este martes los Mundiales conjuntos de snowboard (tabla de nieve) y freestyle (esquí libre y acrobático), el evento deportivo invernal más importante organizado en España en lo que va de siglo y el segundo de toda su historia, después del Mundial de esquí alpino de 1996, que también tuvo su sede en la estación andaluza.
A partir de este martes, cuando el Rey Felipe VI declare inaugurados los Mundiales conjuntos de los olímpicos snowboard y freestyle -que albergan las disciplinas más vanguardistas del deporte de nieve-; y hasta el próximo 19 de marzo, Sierra Nevada situará a España como capital mundial en competiciones de invierno.
Casi ochocientos deportistas de 50 países competirán en la estación que corona el Pico Veleta (3.395 metros). Que acogerá, después de la de Kreischberg (Austria), hace dos años, la segunda edición de los Mundiales conjuntos de tabla de nieve y esquí libre y acrobático, dando continuidad a la idea de racionalización organizativa que fomenta la FIS (Federación Internacional de Esquí).
Veintiún años después de que en Sierra Nevada brillasen el italiano Alberto Tomba y la sueca Pernilla Wiberg en los de esquí alpino, el miércoles serán coronados en la nieve granadina los primeros campeones de estos Mundiales, en concreto los de baches de freestyle, la primera de las trece finales. De las que diez se corresponden con disciplinas presentes en el calendario de los Juegos de invierno de PyeongChang (Corea del Sur), dentro de menos de un año. Aliciente añadido para los competidores, en especial para las 'clases medias', que, con una buena actuación en España podrían asegurar su clasificación para la próxima cita olímpica.
El freestyle debutó en los Juegos de Albertville'92 (Francia), en los que Blanca Fernández Ochoa logró, en el eslalon de esquí alpino, la hasta ahora segunda y última medalla invernal española, 20 años después del oro que capturó su hermano Paco, en esa misma prueba, en los de Sapporo'72 (Japón). Cuatro años antes de su estreno olímpico, el esquí de estilo libre, acrobático y artístico había sido deporte de exhibición en los de Calgary'88 (Canadá).
Por contra, el snowboard entró de forma directa, en los Juegos de Nagano'98, segunda cita olímpica invernal que tuvo lugar en Japón.
Los baches, en los que destaca una de las grandes figuras de estos campeonatos, el canadiense Mikael Kingsbury -que con 24 años es plusmarquista de todo en la Copa del Mundo, cuya general acaba de ganar por sexta vez seguida-, se disputarán, tanto en individual, como en paralelo (o duales, una de las tres 'no olímpicas' en Sierra Nevada 2017) en la pista de la Visera, la de mayor altitud; antes de concentrarse en el snowpark de Loma de Dílar y en la pista Neveros.
Las opciones de éxito españolas pasan por el snowboard. Deporte en el que la catalana Queralt Castellet es subcampeona mundial de 'halfpipe', disciplina en la que destaca la joven estadounidense Kim Chloe; y el vasco Lucas Eguibar ganó -también hace dos años- la Copa del Mundo de boardercross, que capturó el año pasado el francés Pierre Vaultier, campeón olímpico y presente en Granada.
Aunque ambas estrellas hispanas llegan 'tocadas' físicamente a Sierra Nevada, donde en la tarde de este lunes ofrecerán una rueda de prensa conjunta para explicar cuál es su situación.
Queralt, de 27 años, se dañó hace dos semanas mientras se entrenaba en Kitzsteinhorn (Austria) y al parecer -ni ella, ni la federación española (RFEDI) ofrecieron explicaciones claras durante las pasadas jornadas- sufre lesiones en una costilla y una muñeca.
Eguibar no pudo salir en la prueba de la Copa del Mundo de este domingo en La Molina y explicó a Efe hace sólo unas horas que se le reprodujo "una protusión discal" que le genera "dolores en el (músculo) lumbar", de la que espera recuperarse de aquí al domingo.
Junto a 'Luki', destacan sus compañeros de boardercross, sobre todo el ceutí de la andaluza Regino Hernández, con el que también opta a medalla en la prueba por equipos -debutante en Mundiales-; y el cántabro Laro Herrero. El resto de la representación española está integrada por el andaluz Josito Aragón y los catalanes María Hidalgo y Aleix López, en snowboard; así como el aragonés Javier Lliso y los andaluces Martín Romero y Marina Terrón, en freestyle.
Entre las numerosas figuras internacionales presentes en Sierra Nevada también destacan, entre otras, la australiana Britt Cox y las hermanas canadienses Justine, Chloe y Maxime Dufour Lapointe (baches); el esloveno Filip Flisar (skicross), la francesa Marie Martinod (halfpipe), el sueco Henrik Harlaut (slopestyle), y las chinas Guangpu Qi y Xu Mengtao (Aerials).
En snowboard, además de los citados, destacan el búlgaro Radoslav Yankov, en el gigante, y la austriaca Daniel Ulbing, en eslalon -la otra disciplina no olímpica-, así como la estadounidense Kelly Clark y las chinas Cai Xuetong y Liu Jiayu, en halfpipe; el italiano Omar Visintin y el austriaco Alessandro Hämmerle en boardercross; y la británica Katie Ormerod, que hace slopestyle y Big Air.
Quitando los baches; y el eslalon y el gigante de 'snow', las otras modalidades que integran las finales son muy similares, aunque en un caso se disputan con esquís y en el otro con tabla: las homónimas halfpipe y slopestyle, así como el boadercross (en snowboard) y el skicross (en freestyle); y el Big Air de 'snow' y los Aerials en esquí acrobático: saltos desde una gran rampa.
En el 'slopestyle' se valoran piruetas y saltos en una pista con cuatro rampas de nieve y otras tres plataformas o módulos (cajones y barandillas), sobre las que los contendientes efectúan trucos.
El 'halfpipe' se disputa en una pista semicilíndrica (medio tubo) y, al igual que en la anterior disciplina, unos jueces puntúan los ejercicios: en este caso giros, elevación y dificultad de trucos.
Tanto el boarder- como el skicross se disputan en eliminatorias de cuatro participantes, que compiten juntos sobre un recorrido muy virado, con saltos, peraltes y obstáculos.
