El sector crítico del PP de Sevilla, encabezado por la portavoz popular en la Diputación, Virginia Pérez, no entiende "las prisas" para la votación que elija al presidente del partido y a los compromisarios del XIV congreso provincial, atrasada 24 horas a este viernes, "cuando no va a haber segunda vuelta", mientras que el sector oficialista en torno al candidato a la reelección, Juan Bueno, considera que haber alargado más dicha votación sería "perjudicial" para los propios militantes.
Fuentes del sector crítico han explicado a Europa Press que en la reunión que celebró anoche el comité de organización del congreso, se votó, a propuesta de la dirección regional, aplazar dicha votación, una decisión que consideran "acertada", atendiendo a las circunstancias de "auténtico desbarajuste" en relación al proceso electoral. El presidente del comité electoral, Ricardo Sánchez, ha achacado a la "avalancha" de inscripciones la necesidad del retraso.
"Ayer se carecía de urnas, papeletas, no estaban claras las localizaciones de las distintas sedes y era imposible responder a las lógicas y normales reclamaciones en un proceso de esta naturaleza", han apuntado las citadas fuentes, quienes pidieron que en vez de retrasar 24 horas la votación, el aplazamiento fuera de siete días, concretamente hasta el martes después de Feria.
Para el sector crítico, "de ninguna de las maneras se puede resolver en 24 horas el cúmulo de alteraciones y reclamaciones normales de este tipo de procesos, sino que se necesita un periodo para garantizar la transparencia y la igualdad de oportunidades de todos los militantes". Según precisan, si hubiera habido una segunda vuelta sí se habría contado con tiempo suficiente para atender dichas reclamaciones.
"Pero al haber firmado entre las dos partes un acuerdo que impide la segunda vuelta, la votación de este viernes es definitiva", han explicado desde el sector crítico a Europa Press, añadiendo que el comité organizador se dividió anoche "en dos mitades", los defensores de un aplazamiento de 24 horas y los que optaban por siete días, ganando los primeros por siete votos frente a cinco.
Así, tras insistir en que el "carácter decisorio" de la votación de este viernes impide contar con más tiempo para solucionar posibles reclamaciones, las fuentes del sector crítico han señalado también que si se hubiera alargado el plazo para la citada votación, se podría tener tiempo para "un mínimo de campaña electoral".
Por parte del sector oficialista se ha trasladado a Europa Press que celebrar la votación después de Feria suponía un incumplimiento de los plazos y que las incidencias en este tipo de procesos con personas que no están al corriente de pago de las cuotas o no aparecen en los listados de afiliación son problemas técnicos "no son achacables a una candidatura ni otra, y que se pueden resolver con las personas que están trabajando en la sede".
El sector oficialista "no entiende" por qué se quería aplazar más de 24 horas la votación, lo que, a su juicio, supondría un "perjuicio" para todos los militantes que se han inscrito en este proceso. "Hemos sido muy respetuosos con estas personas y lo vamos a seguir siendo, no queremos causarles más engorro", ha precisado.
En relación a que se podría haber aumentado unos días la campaña electoral, las citadas fuentes han señalado que se están cumpliendo los plazos que se aprobaron en la Junta Directiva Provincial al respecto, sin votos en contra. También han argumentado que retrasar más la votación repercutiría en la elaboración de las ponencias para el congreso y en la necesidad de que lleguen "cuanto a antes" a los afiliados para que puedan enmendarlas.