La noche del miércoles al jueves volvió a ser "movida" para los cuerpos de seguridad del Campo de Gibraltar. Todo comenzó cuando agentes de la Policía Local de San Roque localizaron a un individuo que realizaba labores de "punto", como se conoce en la jerga policial a aquellos que vigilan la presencia de policías. Inició la huida a pie, introduciéndose en un lugar de mucha vegetación, donde fue perseguido de cerca.
Durante esa persecución el varón perdió el 'walkie-talkie' y quedó incomunicado. Pero los agentes de San Roque hallaron el dispositivo perdido y pudieron escuchar la conversación que se realizaba en ese momento entre los presuntos integrantes de una banda de narcos. Así, conocieron los preparativos para un inminente alijo en la playa de Guadarranque (San Roque) y lo comunicaron a una segunda patrulla de la Policía Local y a la Guardia Civil.
Con el dispositivo en marcha, la primera de las patrullas detuvo a dos coches en los que viajaban 10 individuos. Mientras, agentes de la Guardia Civil entraron en la barriada y sorprendieron a otros cuatro vehículos todoterreno que circulaban con las luces apagadas para entrar en la playa. Al percatarse de la presencia de la Guardia Civil emprendieron la huida y comenzó otra persecución. Mientras los guardias perseguían a un Toyota Land Crusier, los otros tres todoterrenos intentaron escapar por la zona donde estaban los policías locales apeados de los vehículos patrullas. Al intentar esquivarlos, los tres coches colisionaron entre sí al girar para huir.
Asimismo, según ha podido saber VIVA, en la persecución de la Guardia Civil al Toyota, un Ranger Rover trató de colisionar con vehículo de la Benemérita, pero finalmente fue interceptado conjuntamente con una patrulla de la Policía Nacional de La Línea, a quienes colisionaron en la calle Almería. Los integrantes de esa patrulla quedaron aturdidos y uno de ellos tuvo que ser asistido en el hospital linense.
El Toyota Land Cruiser constaba como sustraído. El conductor logró huir a pie.
Al mismo tiempo, otra patrulla de la Guardia Civil localizó a otro de los todoterrenos abandonado en la propia barriada de Guadarranque. Un tercer vehículo fue recuperado por los agentes de la Policía Local de San Roque, los que lo localizó oculto entre la vegetación de un camino de la zona de Miraflores. Se trataba de un BMW X-5, también sustraído y, como los demás, sin los asientos traseros y preparados para darle la mayor capacidad para, supuestamente, transportar los fardos.
