(0-0), empate sin goles y sin apenas ocasiones

  Xerez Club Deportivo y AD Ceuta CF firmaron tablas sin goles en las instalaciones del Andrés Chacón de La Barca de la Florida que volvió a registrar un buen ambiente. Mucha calor, viento y tercer partido de la semana para xerecistas y caballas. Los locales terminan la semana con siete puntos de nueve posibles, que no son malos números para encarar los próximos compromisos y  retos de la entidad.
Xerez CD: Alex García; Gonzalo, Dani Hedrera, Paco Borrego, Guerrero; Isra (Polaco, minuto 63) Alberto; Albino (Juan Benítez, minuto 52) David Narváez (Javi, minuto 79) José Vega; Pedro Carrión.
AD Ceuta CF: Iván, Segura, Dani, Jaime, Víctor, Borja, Zafra, Perita, Adil (Arpón, minuto 63), Willy (Nabil, minuto 77) y Cristo.
Dirigió el encuentro Francisco Javier Cabrera de la Hoz. Amonestó a los locales Isra, Dani Hedrera y Guerrero y a los visitantes Jaime, Borja, Cristo, Perita, Arpón y Víctor. Anuló un gol a Cristo porque con anterioridad había señalado falta a Adil
Encuentro poco vistoso el de este domingo en La Barca. Choque muy trabado, mucho balón aéreo, acciones puntuales lucidas y escasas ocasiones de gol por parte y parte. Las más claras para el cuadro caballa fueron una en la primera parte, minuto 10, en la que Gonzalo salvó bajo palos, con el meta batido, tras corner botado por el ex xerecista Willy y otra en la segunda en una falta de entendimiento entre Paco Borrego y Alex que finalmente salvó la situación. El Xerez creó opciones, como una de Juan Benítez en el corazón del área que envió el esférico fuera o un centro de José Vega que el meta Iván desvió a mano cambiada.
No tuvieron que intervenir excesivamente los porteros. El Xerez ha hecho un notable partido en defensa y la ha faltado un poco más de profundidad ante un Ceuta muy atrevido, que salió con mucho descaro y que fue de más a menos a lo largo de un partido que en su recta final se vio también condicionado por el esfuerzo físico realizado por los jugadores. La disputa de tres partidos en una semana, para futbolistas que en su mayoría no viven solo del fútbol, pasa obviamente factura y se notó en el ritmo más cansino que se impuso.