“Retorna a Bogotá Gustavo (...) ¡que vaya a trabajar!”, declaró Chávez durante una reunión por sorpresa en el palacio de Gobierno con la senadora colombiana Piedad Córdoba y miembros de la organización Colombianos y Colombianas por la paz.
El mandatario añadió que su Gobierno “no quiere romper las relaciones” con Colombia, pese a que sectores “guerreristas” del Pentágono y la oligarquía colombiana “pretenden poner a pelear” a los dos países.
Chávez ordenó el pasado 28 de julio el retorno a Caracas de Márquez en el marco de la congelación de las relaciones bilaterales a raíz de una acusaciones “irresponsables” de Bogotá sobre el supuesto desvío de armas venezolanas a la guerrilla colombiana.
El Gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, lanzó esas denuncias “para tratar de justificar las bases yanquis en territorio colombiano”, las cuales “son una amenaza” para Venezuela, sostuvo el mandatario este viernes.
Ese mismo día y también posteriores declaraciones, el presidente Chávez ordenó también la “revisión” de las relaciones comerciales con Colombia, que el año pasado permitieron un intercambio de 7.700 millones de dólares, pero este viernes Chávez no se refirió al asunto.