La presión ciudadana, encabezada por PAH Málaga, ha logrado una vez más evitar el desahucio de una familia. Así, en esta ocasión eran Karima y su hija de 14 años las que debían abandonar hoy su vivienda en calle San Agustín de la capital, reclamada por el Banco Santander. El desahucio se ha suspendido y ahora tienen de tiempo hasta el 28 de junio, cuando el juzgado le comunicará la fecha en la que se ejecutará de nuevo.
Karima entregó a un individuo 800 euros en concepto de dos meses de alquiler por una vivienda que, sin ella saberlo, ya estaba embargada por la entidad bancaria. Por supuesto, el Santander no tardó nada en poner en marcha la maquinaria para desalojar a la familia, a pesar de que esta madre intentó negociar y seguir pagando el alquiler directamente al banco, mientras además les pedía tiempo para encontrar otra casa, al menos hasta que su hija terminase el curso escolar en el Instituto de Gaona, donde va a clases.
El Banco Santander no respondió y puso este miércoles 9 de mayo como fecha límite para abandonar el piso. Ante este hecho, la PAH Málaga convocó una concentración para evitar el desalojo a la que se sumaron numerosos ciudadanos. Allí se dieron cita además la procuradora del Banco Santander, el representante del juzgado, servicios sociales y la policía, que notificaron a la familia la nueva fecha en que tendrá que abandonar la casa.
La situación se resolvió con tranquilidad “ya que la procuradora tenía constancia de que se había hablado con el banco, a través del IMV y una concejala del grupo municipal Málaga Ahora, y se había llegado al acuerdo de esperar hasta el 28 de junio”, explica Mónica de la PAH Málaga, quién añade además que “parece que quieren disponer de la vivienda para el verano y nos tememos que serán nuevos apartamentos turísticos”.
Los negocios inmobiliario y bancario siguen en busca de sus beneficios mientras los ciudadanos cada vez tienen más difícil acceder a un alquiler digno. En el caso de Karima, la cuenta atrás ha comenzado y dispone de 50 días para encontrar una nueva vivienda que pueda pagar con los 450 euros de una ayuda al alquiler concedida por el Ayuntamiento. No es tarea fácil en una ciudad en la que el precio medio de los arrendamientos es en la actualidad de 1.393 euros.
Así, según el Informe del Precio de la Vivienda de Mitula Group, que analiza la evolución del mercado inmobiliario nacional, Málaga es la cuarta ciudad española con el precio medio de alquiler más caro. A la capital de la Costa del Sol solo la superan Barcelona, Madrid y Baleares. Y, en este contexto, no es un cuarto puesto del que sentirse orgulloso, ya que esa espectacular escalada de precios, provocada principalmente por el auge de la moda de las viviendas turísticas, va a abocar a muchos ciudadanos y trabajadores a tener que abandonar sus viviendas en la capital malagueña.
