El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que su país ama la paz y no tiene ni puede tener planes agresivos, al asistir a unos ejercicios militares en el ámbito de las maniobras "Vostok-2018", las mayores que realiza Rusia desde los tiempos de la Guerra Fría.
"Rusia es un Estado amante de la paz. No tenemos ni podemos tener planes agresivos. Nuestra política exterior apunta a la cooperación constructiva con todos los países interesados en ella", dijo el jefe del Kremlin al saludar a los 87 observadores de 57 países invitados a las maniobras.
Putin declaró hoy en el polígono de Tsugol, en una zona fronteriza con China y Mongolia, que el Ejército ruso debe estar preparado para defender la soberanía y los intereses nacionales del país y, si es necesario, apoyar a sus aliados.
"Hoy en el polígono Tsugol, en (la región de) Zabaikal, concluye la etapa más activa de las maniobras. Las habéis realizado a alto nivel. Todas las unidades y agrupaciones cumplieron las misiones que se les encomendaron", dijo.
Destacó que por primera vez las Fuerzas Armadas de la Rusia postsoviética "se han sometido a un examen tan difícil", en alusión a la magnitud de las maniobras en las que participan cerca de 300.000 militares, más de un millar de aeronaves, decenas de buques y hasta 36.000 carros blindados.
"Vamos a continuar fortaleciendo nuestras Fuerzas Armadas, pertrechándolas con armas y equipos de última generación", añadió Putin.
El presidente ruso expresó especial agradecimiento a los militares chinos y mongoleses que participaron en los ejercicios y recordó que durante la Segunda Guerra Mundial fueron aliados y lucharon juntos contra el agresor.
"Hoy (Rusia, China y Mongolia) cumplen una importante tarea común: juntos garantizan la estabilidad en el espacio eurasiático" , recalcó.