“La literatura nos hace entender mejor la vida”. Después de impartir una especie de clase de casi una hora sobre el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, objeto de su nuevo libro, así resumió ayer Mario Vargas Llosa la presentación de El viaje a la ficción, un ensayo en que el autor peruano recorre la obra de Onetti conectándola al acto humano de sentir la vida a través de la ficción.
Y fue precisamente a partir no de una sino de una serie de clases sobre este escritor que Vargas Llosa tuvo la idea de escribir la obra.
Durante una estancia en otoño de 2006 en la Universidad de Georgetown (Washington), donde dictó un curso sobre Onetti, el autor de Conversación en la Catedral tuvo la ocasión de releer de forma sistemática la obra completa del autor de El astillero y la bibliografía crítica sobre su obra, “con un grupo de alumnos pequeño y muy exigente”, según describió.
“Éste fue el motivo inmediato, pero, en realidad, el deseo de escribir sobre Onetti nació del entusiasmo que él me causó cuando le descubrí en los años sesenta”, detalló.
“Onetti tenía un profundo afecto a Mario y éste se convirtió en su mejor lector, ofreciendo a todos este mapa extraordinario de su obra”, declaró el escritor Juan Cruz, que presentó el libro.
“Ya se han escrito muchos textos importantes sobre Onetti, pero mi ensayo se concentra en un aspecto central de su obra”, explicó el escritor.
La tesis de Vargas Llosa es que en la obra del uruguayo se da una forma de entender la literatura en la que la imaginación se instala en la realidad sin solución de continuidad, haciendo que la ficción sea la mejor huida de la vida real.
Vargas Llosa identificó una “constante” en su literatura “negra y pesimista”, en la que “los personajes viven situaciones de tensión económica, sentimental y psicológica, que les lleva a un abismo de desesperación, ruptura y desplome, generando una huida al imaginario”.
El ensayo de 236 páginas presenta la ficción como una opción a la aspereza de los hechos verídicos, a la vez “fundamentales” en la literatura.
“Las obras que resisten la prueba de tiempo siempre remeten a la realidad y la fantasía nos hace vivir mil vidas más”, añadió Llosa.
La primera novela de Onetti, El pozo, se publicó en 1939. “Fue uno de los primeros escritores modernos”, aseguró Vargas Llosa.
“Hay una gran seguridad en su obra y un lenguaje moderno que parecía salido de la boca de la gente en la calle, diferente de la impresión de lenguaje artificial que dominaba América Latina”.