El barco Open Arms ha arribado sobre las 8,55 horas de este viernes al puerto de Crinavis, en San Roque, donde los más de 300 migrantes que viajan a bordo están siendo atendidos por unos 30 voluntarios de la Cruz Roja en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) ubicado en el mismo muelle.
Del total de personas rescatadas en el Mediterráneo y trasladada a las costas españolas (310), 179 son menores de edad, que una vez que reciban la primera asistencia van a ser repartidos en residencias de Algeciras y La Línea.
Desde este mismo jueves los más de 300 ocupantes del barco avistaban ya las costas andaluzas desde la cubierta de la embarcación, según confirmó Gerard Canals, jefe de misión de Proactiva Open Arms, a través de un vídeo, que aseguró que la navegación en estas últimas horas estaba siendo "muy cómoda".
Cabe recordar que el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) del muelle de Crinavis se puso en marcha el pasado 3 de agosto y desde entonces ha atendido a más de 9.000 inmigrantes, de los que aproximadamente, un 15 por ciento son menores extranjeros no acompañados (MENA), un diez por ciento son mujeres, y entre un tres y un cinco por ciento son menores acompañados.
Valoración
El director ejecutivo de Save The Children, Andrés Conde, ha celebrado el "buen desembarco" de los más de 300 migrantes del buque de la ONG Proactiva Open Arms, que se ha desarrollado de una forma "ordenada y coordinada".
En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, el director de esta organización ha alertado de que hay casos de "especial vulnerabilidad" de menores, que están siendo ya atendidos por el personal que Save The Children ha desplegado en el puerto de San Roque (Cádiz).
En este sentido, ha señalado que lo prioritario es determinar la edad de los migrantes, hablarles en su lengua y intentar que expliquen ellos mismos los motivos por los cuales han emprendido su viaje migratorio con el fin de que el personal de esta ONG les informe de las opciones que tienen en España.
Según Conde, algunos de ellos pueden ser víctimas de trata y de explotación sexual, que "no saben que pueden solicitar asilo y protección".