Los taxistas jerezanos no tienen intención de recurrir a medidas de seguridad extras, al menos de momento, tales como las mamparas que aislan al conductor de los clientes en el habitáculo, tras el grave atraco que sufrió un compañero hace 15 días. Según apunta el presidente de Teletaxi, Luis Gonzaga González, afortunadamente este tipo de episodios no son habituales en el gremio en esta ciudad, y hay que remontarse a tres meses atrás para encontrar otro atraco, que no trascendió a la opinión pública. También fue bastante aparatoso, pues el compañero fue amenazado con un cuchillo de grandes dimensiones y estuvo de baja por el “susto tan grande que se llevó con la mala suerte que a él le han robado dos veces más”, señala.
Salvando el caso especial de este compañero, el representante de los taxistas asegura que “no hay un nivel de delincuencia que nos obligue a llevar mamparas y si no hay una estadística que nos diga que hay un repunte, no nos lo planteamos”, principalmente por el alto coste y la pérdida de espacio y de confort que supone esta instalación. No lo ven rentable. “En su día se planteó, pero no lo vemos, es mucho más incómodo y aquí en Jerez no tenemos ese tipo de problema”, señala. Del mismo modo, durante sus servicios, extremar las precauciones tampoco resulta tan fácil como en otro trabajo.
“En el taxi se monta gente muy extraña e incluso con mala pinta, que te da la lata o van bebidos, pero no hablamos de gente peligrosa ni delincuentes. Como en todo, hay casos excepcionales como el que sufrió su compañero a manos de un delincuente habitual al que el juez envió a prisión.