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Cuando la soledad se convierte en una forma de exclusión

Más de 43.000 personas mayores de 65 años viven solas en la provincia

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  • La soledad de las personas mayores es ya algo habitual -

“La soledad es un elemento de gran exclusión social y son muchos los mayores que la sufren. Desgraciadamente es un fenómeno que va en aumento”, asegura  Pilar Ibáñez, trabajadora social responsable de los programas de mayores de Cáritas Diocesanas Jerez. Entre estos programas está el denominado ‘En buena compañía’ dirigido a mujeres mayores de sesenta años que se encuentran solas. Cáritas les ofrece una vivienda semi tutelada y además pone a su disposición una persona para atender las necesidades de estas personas, como acompañarlas cuando requieran de realizar algún trámite burocrático. También hay un equipo de voluntarios que se encargan del acompañamiento semanal, como ir al médico, sin olvidar la compañía.

“Con sesenta años no se puede decir que se es un anciano, pero hemos detectado que hay personas con esa edad que se encuentran en situación de riesgo de marginación social. Viven solas y ni siquiera tienen una pensión y a ellas también hay que atenderlas”, explica Pilar.

  Las situaciones de soledad no deseada en España, especialmente entre las personas mayores, es un fenómeno que va a más. El número de mayores que viven solas en España se sitúa ya rozando los dos millones, según la Encuesta Continua de Hogares de 2017 publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas. El 59% de las personas de 65 o más años que residen en hogares unipersonales reconoce sentirse solas, según el estudio CIS-IMSERSO.

En la provincia de Cádiz hay más de 43.000 personas mayores de 65 años que viven solas, a fecha 1 de enero de 2018 y según los datos del INE, de las que 28.600 son mujeres, prácticamente el doble que los varones.

Otro dato que ilustra la situación de ancianos que viven en soledad. El Servicio Andaluz de Teleasistencia atendió en 2017 a más de 28 ciudadanos de la provincia gaditana, mayores de 65 años o bien personas con más del 65 por ciento de discapacidad. Pues de esta cifra el 60 por ciento eran personas que vivían solas. 

La soledad no deseada puede generar, entre otros efectos, deterioro cognitivo, depresión, pérdida de movilidad, enfermedades cardiovasculares y mortalidad temprana. De hecho, la soledad, es ya considerada por muchos expertos como la “epidemia del siglo XXI”. Este aumento de la soledad se suma, a una proyección demográfica que indica que en cuarenta años uno de cada tres españoles será mayor de 65 años.

La soledad es fruto de múltiples factores como pueden ser la jubilación, la disminución de las relaciones laborales y sociales, la emancipación de los hijos  o la pérdida de los cónyuges. Desembocando en situaciones de fragilidad y aislamiento que producen un progresivo deterioro anímico y físico, llegando incluso a construir una causa de muerte prematura. Además también puede producir depresión, problemas del sueño, aumento del riesgo de padecer Alzheimer y un incremento de la tasa de institucionalización. Situando a la soledad como un riesgo a la salud similar a los establecidos como factores de riesgo “clásicos”, como la obesidad o el colesterol.

“En la Diócesis de Cádiz, encontramos personas mayores en situación de soledad no deseada y aislamiento, algunas viven en sus domicilios y otras en residencias de mayores. La mejor manera de paliar la soledad no deseada es generar vínculos afectivos basados en la compañía presencial, de carne y hueso, y la amistad duradera y verdadera, sin contraprestaciones”, asegura Leticia Vierna, del Programa de Familia y Atención a parroquias de Cáritas Diocesana de Cádiz

En esta diócesis, Cáritas tiene en marcha en proyecto ‘Estamos contigo’, de acompañamiento afectivo a mayores en soledad. Funciona desde 2008 y lo realiza un equipo formado por más de 45 personas voluntarias, repartidas en diferentes localidades: Cádiz, Chiclana, Vejer de la frontera, paterna, Benalup casas viejas, Medina.

Los beneficiarios directos son unas 60 personas mayores al año. En 2019, Cáritas quiere dar un paso más implicando a los jóvenes en el proyecto, desarrollando así, experiencias intergeneracionales y promoviendo en la juventud valores de solidaridad, compromiso y respeto hacia los mayores.

“Estamos Contigo" es un Proyecto de Acompañamiento que da respuesta a las necesidades que presentan las personas mayores que se sienten solas, trabajando la promoción del mayor mediante actividades que faciliten el desarrollo de la persona en todos sus ámbitos. Es un proyecto de continuidad. Se trata fundamentalmente de mejorar la calidad de vida, combatir la soledad y el aislamiento que padecen algunas personas mayores ya vivan en sus domicilios o en residencias.

Las acciones que desarrollas están dirigidas a personas mayores de 65 años, con bajo nivel de relación y apoyo sociofamiliar o bien con dificultades en la realización de actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Preferentemente se acompañan a aquellas personas que disponen de escasos recursos económicos.

En la Diócesis de Jerez, Cáritas  está movilizando a los grupos de voluntariado de las parroquias, sobre todo de la zona central, para valorar la situación de personas que viven en soledad en viviendas. Se quiere encontrar a estas personas que viven en soledad para tenderles una mano amiga.

El procedimiento que se seguirá es acudir a las farmacias, a las tiendas, centros de salud de las barriadas, que son los lugares donde estos ancianos acuden y se les conoce. Allí esperan obtener información que permita al voluntariado de Cáritas contactar con estos ancianos solitarios.

Cáritas jerezana tiene más proyectos dirigidos a combatir  esta soledad del anciano.

En la zona rural de Cuartillos, un grupo de mayores se encarga de mantener vivo los saberes populares. Ahora está en marcha uno para recuperar el oficio de la cestería. Es importante que estas personas se sientan útiles para la sociedad, que se muevan y que tengan un aliciente para no encerrarse en sus casas”, explica Pilar.

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