La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 26 años y un hombre de 32 que están investigados por supuestamente hacerse pasar por empleados de entidades bancarias, de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria para defraudar, a través de pasarelas de pago de telefonía móvil, a más de un centenar de personas cantidades que superarían los 30.000 euros.
Según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, los agentes tuvieron conocimiento de los hechos gracias a la colaboración ciudadana a través de www.policia.es/colabora.php, que permite ponerse en contacto con unidades especializadas para "comunicar hechos o situaciones que pudieran dar inicio a investigaciones sobre hechos presuntamente delictivos".
La investigación se inició en el mes de enero del presente año tras la recepción de multitud de correos electrónicos que apuntaban a que los ahora detenidos "obtenían los números de teléfono de las víctimas a través de internet".
Posteriormente, llamaban simulando ser supuestamente empleados de entidades bancarias, de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria, y les decían a sus víctimas "que iban a realizarles un pago pendiente, bien por una devolución de la Seguridad Social, una devolución de IRPF de Hacienda, o bien por dividendos de sus ahorros".
Tras convencer y engañar a sus víctimas les habrían indicado el procedimiento a seguir, que consistía en descargar e instalar en sus dispositivos móviles alguna de las aplicaciones que funcionan como pasarelas de pago asociando el número de teléfono de dicho móvil a un número de cuenta bancaria.
"A continuación, en vez de enviar una petición de ingreso a través de la plataforma de pago, con la cantidad que habían indicado por teléfono, enviaban una petición de cobro", ha indicado la Policía Nacional.
Sin embargo, dado que las víctimas ya habían sido advertidas de que iban a recibir un mensaje en sus terminales, y habían recibido indicaciones de que únicamente debían aceptar el "pago", obviaban el contenido del mensaje que indicaba que esa cantidad iba a ser abonada a los autores de la petición, en lugar de recibida.
Analizados los números de cuenta utilizados por los autores, así como las transferencias realizadas por las víctimas, los investigadores contabilizaron un fraude que ascendía a 30.000 euros. Además, determinaron que la estafa habría afectado, aproximadamente, a cien personas diferentes. Estas cifras sólo tienen en cuenta los hechos cometidos hasta mediados de abril de este año, fecha en que los autores fueron detenidos.
Pese a la detención, los investigadores siguen recibiendo correos electrónicos de víctimas que están sufriendo este mismo fraude con idéntico 'modus operandi', hecho que ha sido puesto en conocimiento del Juzgado que investiga.
Asimismo, los agentes continúan haciendo gestiones para determinar si los autores estarían "cometiendo el fraude con un método más depurado, ocultando sus identidades o haciendo uso de identidades ficticias para que no resulte fácil llegar hasta ellos y colaborando con terceros que pueden estar haciendo de mulas". También han tenido conocimiento de que hay amigos de los detenidos que han empezado a cometer el fraude con el mismo procedimiento.