La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a seis años y tres meses de prisión a un hombre de 25 años y natural de Senegal por patronear una patera que naufragó en el mar de Alborán después de que el motor explosionara e incendiara la neumática, lo que hizo un número "indefinido" de personas --que la policía situó en 43-- se precipitara al agua y falleciera en el trayecto.
Fuentes judiciales han confirmado a Europa Press la firmeza de la sentencia, que se ha dictado en sala tras la conformidad de las partes después del reconocimiento de los hechos por parte del acusado, que ha prestado su colaboración durante todo el procedimiento.
Según el relato de la Fiscalía, fueron 47 los ciudadanos de origen argelino quienes abonaron entre 1.000 y 1.500 euros por ocupar un hueco en la patera a un colaborador del acusado, también de origen senegalés. Entre los 43 desaparecidos estimados por la Polícía había tres mujeres y un menor.
El acusado ha sido condenado así por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en concurso con otro de lesiones por imprudencia grave ante las graves heridas que sufrieron los supervivientes, que lograron salvarse agarrados a los restos de la patera. Tras su rescate, pasaron una larga temporada hospitalizados por una severa deshidratación, hipotermia y necropsia muscular, entre otras dolencias.
La expedición, que tuvo lugar en la noche del 13 de junio del pasado año, había comenzado a prepararse en torno al mes de mayo al "promover" el acusado "de forma directa" la inmigración "clandestina" desde Nador (Marruecos).
B.N. fue la persona encargada de patronear la infraembarcación junto con otro hombre no identificado, que murió también durante el viaje. Así, unas cinco horas después de haber partido desde las costas marroquíes, el motor de la fueraborda sufrió una explosión "provocando el hundimiento de la misma" debido a la entrada de agua.
No fue hasta tres días más tarde cuando un helicóptero de Salvamento localizó los restos de la patera y procedió a rescatar a los supervivientes, que llevaban más de 72 horas a la deriva en el agua.
Aunque los restos de la embarcación no pudieron ser recuperados, quedó constatado que la misma no reunía las condiciones necesarias para realizar este tipo de viajes debido a sus reducidas dimensiones, a su alta ocupación y a sus mínimos elementos de seguridad. "No había bengalas, ni balizas de señalamiento, ni botiquín", por lo que suponía un "peligro" realizar un viaje en tales condiciones.
Además de las penas privativas de libertad, el acusado deberá abonar más de 1.300 euros a dos testigos protegidos que resultaron gravemente heridos a consecuencia del viaje. En total, y según la investigación efectuada por los agentes de la Ucrif de la Policía Nacional, fueron cuatro las personas que lograron superar el viaje.
Los rescatados fueron derivados al Hospital Torrecárdenas de Almería, donde fueron atendidos dado el estado de debilidad que presentaban. La investigación policial permitió determinar que uno de ellos había sido el presunto responsable del manejo de la embarcación y de la brújula.