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Huelva

Tres años de cárcel por maltrato habitual a su pareja durante 15 años

Le priva del derecho a la tenencia y porte de armas durante siete años y le prohíbe aproximarse a menos de 200 metros

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  • Palacio de Justicia de Huelva. -

El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva ha condenado a un hombre a tres años de prisión por maltratar habitualmente a su pareja, tanto psíquica como físicamente, durante los más de quince años que duró su relación, en el transcurso de la cual tuvieron una hija.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera a esta persona responsable de un delito de maltrato habitual por el que le impone dos años de prisión y de un delito de lesiones sobre la mujer por el que suma un año más.

Asimismo, le priva del derecho a la tenencia y porte de armas durante siete años y le prohíbe aproximarse a menos de 200 metros y comunicarse con su víctima durante seis años.

En concepto de responsabilidad civil debe de indemnizarla en la cantidad de 3.240 euros.

Se le concede la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad impuestas por plazo de tres años, condicionada a que no delinca en dicho plazo, cumpla la orden de alejamiento y realice cuatro meses de trabajos en beneficio de la comunidad, o en caso de que no acepte los trabajos, el pago de una multa de nueve meses a razón de seis euros diarios.

Se considera probado que el acusado y la víctima mantuvieron durante más de quince años una relación de afectividad, iniciando la misma cuando eran menores de edad, y fruto de la cual tuvieron una hija que cuenta en la actualidad con más de tres años de edad.

Desde el principio de la relación, el acusado mantuvo respecto a ella un trato despótico, celoso y posesivo, y habitualmente usaba términos contra ella como "puta, guarra, niñata, inútil".

El acusado le controlaba las redes sociales hasta el punto de no dejar que las utilizara, controlaba su móvil para comprobar con quién se relacionaba y cuál era el contenido de sus conversaciones y le achacaba cuando ella no quería mantener relaciones sexuales que era porque estaba con otro, acusación de infidelidad que era habitual.

La situación empeoró cuando ella se quedó embarazada y tuvo a su hoja, ya que continuó, y cada vez con más frecuencia, controlando sus relaciones y recriminándole que estuviera con alguna amiga, tratando de menoscabar su autoestima. 

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